El fiscal financiero de Hacienda (UIF), Santiago Nieto Castillo, devolvió el golpe a su compañero fiscal general, Alejandro Gertz Manero.

Este había acusado a Santiago Nieto (sin mencionar su nombre) en conferencia mañanera con López Obrador, que había quienes echaban a perder investigaciones por violación a los procedimientos, quebrantan el debido proceso, lo que permitía a delincuentes utilizar la puerta de rehilete, salir fácilmente de la cárcel por las violaciones cometidas por esa autoridad (UIF). Luego López lo defendería.

De visita por Querétaro, el queretano Santiago Nieto señaló que existe un alto porcentaje de impunidad en la comisión de los delitos de feminicidio y no estaba de acuerdo con desaparecer ese delito del Código Penal. Golpe mediático y directo, sin escalas, para Gertz Manero, quien propusiera la desaparición del delito de feminicidio, dada la complejidad para probar los elementos materiales del ilícito. ¿De quién depende que no haya impunidad en la comisión de ese delito? Del mismo fiscal general, a él fue dirigido el obús. Así las cosas con los “amigos” del gabinete del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien no tiene la menor intención de poner orden entre estos servidores públicos.

Aseveró el Presidente de la República, en defensa de Santiago, cuando fuera criticado por Gertz Manero, que Nieto no hacía nada sin la autorización del mismo López Obrador; vamos, que los abusos cometidos en las investigaciones por su parte eran aprobadas por el mismo Presidente.

Luego vendría el obsequio de 2 mil millones de pesos por parte de Alejando Gertz para probarle a su jefe que él también logra meter dinero a la bolsa del Presidente, no solo Nieto, con aquello de la congelación de cuentas bancarias y la extinción de dominio que le permite a López hacerse de dinero mal habido cada vez que le place. Luego el Presidente criticaría la iniciativa de ley de Gertz, al pretender la derogación del delito de feminicidio, iniciativa que no apoyaba y no estaba de acuerdo con ella; exactamente lo mismo que semanas después aseveró en Querétaro, Santiago Nieto.

En esta semana que termina, el subprocurador regional de Procedimientos Penales y Amparo de la Fiscalía General de la República, Roberto Andrés Ochoa Romero, declaró en reunión con fiscales del sureste de México, en el municipio de Xalapa, Veracruz, que se ha disparado la impunidad en el delito de feminicidio, llegado al 75% de evasión. ¡Escandalosa cifra!

Sin embargo, para perder u ocultar la ineficacia de la fiscalía (fiscalías), el funcionario aseguró que de 2015 a 2019 aumentó al 135% la comisión del delito de feminicidio. Cifras actuales ubican al gobierno de la 4T en una posición francamente incómoda, considerando que el año pasado se disparó la delincuencia, sobre todo en delitos de homicidio, rebasando la escalofriante cifra 35 mil muertes violentas, la mayoría a manos de la delincuencia organizada, entre ellos los feminicidios. El servidor público no precisó en su información, si al menos procesaron a los delincuentes por el delito de homicidio, o bien, si no llegaron a la detención del delincuente. Recordemos que la persecución del delito y del delincuente corren a cargo de las fiscalías, no de las autoridades responsables de la seguridad pública, aspecto jurídico que muchos suelen desconocer o confundir, incluso mezclar con la impartición de justicia.

Contener la ola delincuencial es competencia de seguridad pública y la persecución del delincuente corre a cargo de los fiscales o ministerios públicos. Por eso la reyerta entre los fiscales, Nieto y Gertz. Al final, ambos son consentidos del gobierno de la Cuarta Transformación y cada uno debe responder a su competencia legal.

El fiscal Santiago Nieto se encuentra en los cuernos de la luna, en la cúspide de su carrera profesional, gracias a su cercanía con la izquierda, precisamente la bancada del PRD lo impulsó como fiscal de la Unidad de Delitos Electorales en la PGR en el sexenio de Enrique Peña Nieto; una vez que fuera despedido por supuestas irregularidades, de inmediato se integró a la campaña de López Obrador, la izquierda lo protegió; Morena ha recogido a todos los desertores del PRD y Santiago no podía quedarse en un partido en franca extinción; hoy es uno de los hombres fuertes de López Obrador.

En cambio, Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, cursa el declive de su carrera profesional (y de su vida) y si logra cubrir el periodo para el que fuera electo como fiscal, seguramente regresará a la academia, solo a eso; ya no aspira a más. Sin embargo, al doctor Santiago Nieto muchos lo hacen candidato de Morena a la gubernatura para Querétaro, por eso no es coincidencia que acuda con mucha frecuencia a su estado natal, aunque él lo niegue.

Santiago y Gertz, dos fuerzas políticas en franca asimetría, hombres de las confianzas del Presidente de la República. La puntilla de Santiago Nieto a Gertz Manero fue cuando afirmó ante los empresarios queretanos de la Coparmex que en México existe un 99 por ciento de impunidad en el “sistema tradicional de justicia”, inculpando directamente a la fiscalía general, aunque la puridad jurídica del doctor en Derecho lo llevó a la impartición de justicia, otra esfera competencial que no corresponde a Gertz, en el caso el golpe mediático fue para el Poder Judicial, aunque pasó inadvertido para la mayoría. ¡La ineficacia en plenitud!

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