Una filtración de un nuevo sistema de cobro del transporte urbano podría provocar la revocación de la concesión a los actuales administradores del sistema QroBús. Mientras que el gobernador Mauricio Kuri cumple con la tarifa de dos pesos, empresarios y funcionarios del Instituto Queretano del Transporte (IQT) se encargan de empañar el tema de la movilidad.

En qué poco ayudan tanto la empresa MóvilQro Bús y el IQT a mejorar, ya no la movilidad, sino de perdida la imagen de la administración estatal al confrontarse por la filtración que se dio con respecto a la instalación de alcancías para cobrar en efectivo el pasaje.

Sí, como lo lee, se confrontan el IQT y la empresa MóvilQro Bús ante la información que circula en redes sociales respecto a la instalación de una alcancía en una unidad del transporte público.

El lunes, un usuario subió a su perfil de redes sociales una fotografía de un autobús de QroBús que tenía instalada una alcancía que se presume sería para depositar el costo del pasaje. En la gráfica se lee que se debería de depositar exacto el pago, de lo contrario no hay cambio y la empresa se quedará con su sobrante; pero si no pone el pago completo no podrá abordar y tampoco se le regresa su dinero. Vaya negocio.

El tema fue retomado por medios electrónicos y se viralizó su difusión, a tal grado que el IQT tuvo que mandar un comunicado para aclarar que la propuesta no es de ellos, sino de la empresa.

En el boletín de prensa, el IQT dice textual: “Ante la información que circula en redes sociales respecto a la instalación de una alcancía en una unidad del transporte público, el Instituto Queretano del Transporte (IQT) precisa que dicha herramienta fue instalada por la empresa de recaudo para conocer su funcionamiento. La unidad en cuestión se encuentra en un patio de maniobras de la empresa MóvilQro Bús, pero no se encuentra en circulación y no presta servicio de transporte público en la Zona Metropolitana de Querétaro”.

Así, el IQT le avienta la pelotita a la empresa sobre el nuevo sistema de cobro del transporte que se pretendía, o pretende, instalar.

Es obvio que la empresa se va por la libre y sin consultar al gobierno del estado, y menos a la ciudadanía; pretendía o pretende dar un albazo a los pasajeros, a los usuarios del transporte urbano.

Lo peor del tema es que la filtración deja en claro la inconformidad que hay al interior de la empresa –tal vez los choferes o empleados administrativos–, y peor, pone en entredicho al IQT que tuvo que salir dar la cara; y de los empresarios, ni sus luces, para qué si tienen quién les haga el trabajo de zapa, porque si la empresa es la responsable de la filtración, los empresarios debieron dar la cara.

Lo que no va a pasar, pero debería de pasar, es que dada la filtración de un proyecto que no beneficia a los usuarios, sino solamente a la empresa, se debería de revocar la concesión, porque proyectos van y vienen y el transporte urbano, público, sigue siendo una piedrita en el zapato para el gobierno estatal.

Ni la pasada administración pudo con el paquete, y parece que a los que entraron al relevo en el IQT les queda grande la encomienda, porque los empresarios son los mismos.

Mientras que Mauricio Kuri presenta grandes proyectos y programas para mejorar la movilidad, en el tema del transporte urbano se contamina todo.

Ni modo, como siempre el usuario, los 600 mil queretanos que usan el transporte público pagan el pato (laqueado) o la vida cara que llevan los funcionarios y empresarios, mientras la inseguridad y el esquilmo del pasaje sigue en su mayor momento.

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