Una papa caliente es la que hay en la elección de Tequisquiapan, donde el PRI compite con tres candidatos a la presidencia municipal: uno con el sello de “independiente”, Toño Mejía, que busca la reelección y que se ha convertido en un prianista; otro Toño, pero Macias, con el logo del PRI; el tercer priista en discordia va disfrazado de Morena, se trata de Héctor Magaña, exdiputado local por el tricolor hace tres años.

De los demás candidatos, principalmente el de Redes Sociales Progresistas, Isaac Castro Sahade, podría ser una sorpresa ante el cansancio y molestia de los ciudadanos de Tequisquiapan de ver siempre a los mismos, aunque se disfracen con otras siglas.

Sumergido en un mar de acusaciones de corrupción, a tal grado que la Unidad de Inteligencia Financiera investiga esa situación, el actual edil con licencia, uno de los Toños de extracción priista, Toño Mejía, va por la reelección, con una actitud prepotente y cínica.

Y le decimos por qué:

El candidato “independiente” al Ayuntamiento de Tequisquiapan, José Antonio Mejía, buscará la reelección, y qué cree: definió a quienes integrarán la fórmula de regidores y encabezará dicha fórmula su hermana Norma Mejía – también exdiputada local por el PRI–, actual presidenta del Sistema Municipal DIF.

Cabe recordar que en marzo, cuando Antonio solicitó licencia al cargo y el cabildo nombró a Rodrigo González Gallo como sustituto provisional, esa situación no cambió en nada la situación de la administración: Norma siguió y sigue siendo la alcaldesa de facto.

La sorpresa y la trampa es que su hermano la registró en su planilla, amparado en que el cargo de ella es honorario, y la pone en una lista para integrar el próximo Ayuntamiento.

Cinismo, prepotencia y hasta nepotismo, pero nada nuevo.

En Tequisquiapan todos saben que Norma Mejía es la que gobierna, mientras que Toño se dedica a vincular el presupuesto municipal con sus negocios inmobiliarios y en invertir en la empresa de “asesoría” en comunicación social que tiene junto con su coordinador del ramo.

También en Tequisquiapan, pero del lado del PRI, el candidato Antonio Macías presentó su registro, sin pena ni gloria.

Poco qué decir de Toño Macias, solo se perdió en la pasada elección federal del 2018 el II Distrito ante un desconocido de Morena. Que ya fue presidente municipal de Tequis y diputado local, todo bajo el PRI, y dicen que, con el padrinazgo de César Camacho, el priista del Estado de México e integrante del grupo Atlacomulco.

El tercer priista que va por el Ayuntamiento de Tequisquiapan es Héctor Magaña, pero por Morena; no la tiene fácil ni con los morenos ni en la constitucional.

Porque, mire, militantes de Morena en Tequis descontentos con la designación, le quieren hacer la vida imposible.

Y es que integrantes de la coordinación municipal, territorial, enlaces de comités seccionales, militantes y simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido como Morena, en Tequisquiapan, se pronunciaron en contra de la designación de Héctor Magaña y Christian Orihuela –un junior de la política– como candidatos a la presidencia municipal del Pueblo Mágico y a la diputación local por el XI Distrito.

El caso que nos ocupa, el de Héctor Magaña, que en su momento se podría pensar que tenía un futuro político primero con el PRI, y ahora con Morena, no es más que un espejismo del que va a despertar en dos meses.

Pero veamos el lado bueno: con cualquiera de los tres el PRI gana... y la ciudadanía pierde.

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