Si se sorprende de la forma en que se designaron a los candidatos a la presidencia municipal de Querétaro del PRI y de Morena, es que no ha visto nada. Abra su capacidad de asombro para recibir los nombres de los candidatos a regidores.

De la propuesta de regidores del PAN ya hablamos; y mire que estábamos asombrados, pero lo que viene nos deja con la boca abierta.

Vaya panorama que la propia María Alemán se ha creado a días de iniciar campaña. No conforme con no dejar la diputación federal, sino por el contrario, se inscribió para la reelección al mismo puesto, hoy tiene una losa muy pesada, al evidenciarse ante los medios de comunicación que ocupa el primer lugar como regidora plurinominal en fórmula junto a Marco Álvarez Malo, el presidente del PRl municipal en Querétaro, ambos –incondicionales de Roberto Loyola Vera– ya aseguraron, ganen o pierdan en las urnas, un lugar en el próximo Cabildo de Querétaro.

María Alemán no pierde, y cuando pierde arrebata, porque o es presidenta municipal, regidora o diputada federal, pero de que sigue pegada al presupuesto, sigue.

Ahora bien, en su defensa sale nada menos que Paul Ospital, quien sin pudor y cinismo dice que “no es un plan de paracaídas el incluir a María Alemán y a Marco Malo como candidatos plurinominales a regidurías”. ¿Entonces?

El presidente del PRI en el estado, Paul Ospital, señala que “no nos importan esos espacios; esos espacios se piensan para cuando se pierde una elección”. Lo bueno es que no les importa, porque si les importara, pondrían a María Alemán en la primera, segunda y tercera posición, por aquello de las dudas. “Pero nosotros estamos convencidos de que vamos a ganar, entonces lo que se hizo fue una fórmula espejo, es decir, que quienes van arriba van abajo (en las listas plurinominales a la alcaldía). Lo que se determinó es que los mismos que estuvieron en la lista de mayoría, estuvieran en la lista de representación proporcional”.

¿Y qué significa eso? ¿Candidatos espejo para ver quién es el más bonito o bonita?

Si María Alemán tenía algunos elementos a su favor para remontar, con este tipo de acciones pierde parte de su posicionamiento, dejando el camino libre al PAN.

Y en Morena también se cuecen habas.

La designación que causó mayor incertidumbre en Morena fue la de designación del candidato a la capital, que finalmente recae en Arturo Maximiliano García, quien en lo oscurito deja atrás a la maestra Rosa María Córdova; y claro, con todo el descontento de muchos morenistas que lo ven como un “intruso” dentro del partido.

Pero lo peor está por venir, porque llama la atención que en la fórmula de regidores que inscribió Arturo Maximiliano, se integra a la diputada local por Morena pero de militancia priista, o mejor dicho la protegida de José Calzada, Martha Fabiola Larrondo Montes, como propietario síndico. No entendemos esa postulación porque no le encontramos mérito alguno para el puesto.

También llama la atención la presencia de Fermín Montaño, acusado de acoso sexual por una extrabajadora de las oficinas de Juan José Jiménez; pobre cuota para el JJ Jiménez.

La única a medio destacar es la posible reelección de la actual regidora Ivonne Olascoaga, ella sí de Morena.

Y qué decir de la dizque “influencer”, Patricia González Miranda: nada, ¿o la conocen?

Por mencionar a algun@s.

De las pluris, son secreto de estado y hasta el 18 del presente se sabrá si Maximiliano García encabeza la lista.

En ambas fórmulas, de María Alemán y Maximiliano García, se dice que llegaron por “acuerdo”, pero por las cúpulas partidistas.

Ahora pregúnteles a los militantes del PRI y Morena a ver qué opinan.

Y luego se preguntan por qué el PAN y otros partidos les pueden ganar.

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