Puedo asegurar que la aguerrida y avispada suspirante a la capital queretana no ha contemplado la imposibilidad de ser regidora en el Ayuntamiento 2021-2024; y no lo ha contemplado porque piense que va a ganar, si así fuera, no hubiera aceptado ocupar la primera plurinominal de su fórmula, lo cual no le garantiza nada.

Verá, las reglas de asignación de posiciones en la vía de representación proporcional implican equidad de género, y la que marca la pauta es la segunda fuerza política, que en todo caso será Morena, quien va con mujer, siendo una vez más beneficiaria la intrascendente “diputada cirio”, Fabiola Larrondo.

Así que al tercer lugar en la elección le tocaría un regidor de género masculino, por lo que Mari tendría que ceder la posición al segundo de a bordo; en este caso, Marco Álvarez Malo. Lo que nos resta esperar es si aceptará la situación o la impugnará; faltan 15 días para saberlo.

Por cierto, y para que no empiecen, si el PAN fuera segundo lugar, cosa que no se ve hasta el momento, la posición de Mari no cambia.

¿Es Celia su peor enemiga?

La respuesta es sí, la peor enemiga de Celia Maya es ella y su equipo que en días pasados pautó un nuevo mensaje televisivo en el que la candidata de Morena llama a los simpatizantes del PT y Verde a votar a su favor.

Primero, es una falta de cortesía política para sus adversarias, Katia Reséndiz y Penélope Ramírez; segundo, hace público entre líneas que a dos semanas de la elección, sola no le alcanza.

Alguna vez escribí que su estrategia de campaña parecía estar diseñada por su peor enemigo; quizá lo pienso desde que vi la plasta caricaturesca en tintes rosados con fondo marrón que presuntamente es ella. Al paso de los días me lo han confirmado.

Por cierto, planea alegar fraude, porque difícilmente tendrá representantes en todas las casillas y no habrá quién firme las 3 mil boletas por casilla como sus atavismos lo requieren. Así que habrá que irnos preparando para movilizaciones al estilo Reforma, porque Celia ya perdió.

Encuestas de chascarrillo

He escrito en otras ocasiones sobre el uso exagerado que se ha hecho de los instrumentos de medición como “entregables de campaña”; sí, entregables, como unos aplaudidores, una vuvuzela, un microperforado, una gorra o una playera de esas que después se usan para dormir; artículos variados que después del seis de junio terminarán en la basura, porque por muy romántico que usted sea, no hay clóset, ropero o cómoda que guarde tanto tiliche electoral, ni pareja, padre, abuelo o compañero de cuarto que lo aguante.

Pero regresando a las encuestas, hay algunas –las menos, afortunadamente– que me causan mucho ludibrio; aquellas en las que candidatos cuya trascendencia es igual a la de un cacahuate revuelto en la bandeja común de la barra del bar de su preferencia, con la metodología del pensamiento mágico y la voluntad del que las firma, aparecen rebasando a quienes evidentemente están arriba en las preferencias.

Encuestas que quien las publica sabe que son trápala, estupefacientes para esquizofrénicos partidistas que creen que porque su candidato saludó a 20 tianguistas, besó a 30 mocosos, regaló 50 volantes y bailó zumba con las ancianitas del club de “tejedoras amorosas en pro de los nietos ingratos”, va a ganar la elección.

Hace unos días vi tres presuntas encuestas del municipio de Corregidora; en las tres, tres candidatos diferentes cuyo nombre no merece mención ya habían alcanzado, e incluso, aventajado a quien a todas luces es el candidato a presidente municipal más sólido en el estado, Roberto Sosa.

Tengo que decir que no sé si reír o extender mis brazos para reconfortarles en un acto de caridad cristiana, al ver que son tan malitos para mentir que ni siquiera son capaces de ver que en la suma de los porcentajes no da el 100%, que sus números son inverosímiles a todas luces y que lo único que hacen es ridiculizar a su pobre candidato que humildemente hace su lucha.

Ya falta menos para librarnos del elemento de márquetin más infecundo de este proceso electoral.

En esta casa somos católicos, votamos por el PAN y comemos carnitas los domingos

Así versa la letanía que pretenden imponer a sus vecinos dos exsecretarios del gobierno de Francisco Garrido que habitan en el distinguido Club Campestre de Querétaro.

Sin embargo, estos acomedidos personajes a los que nadie les pidió su opinión ni intervención en el juego político, olvidaron que ahí habitan candidatos de otros partidos que inmediatamente pusieron el grito en el cielo.

¡Qué necesidad!

Es su momento

Ahora sí, muchos líderes panistas y de otros partidos se están acercando a Roberto Cabrera. ¡Y cómo no, si ya lo ven consolidado!

Lo bueno es que él sabe perfectamente quiénes creyeron sin ver y le apoyaron desde el principio; así que aquellos que fueron como Santo Tomás, quizá no estén invitados al festejo del 7 de junio.

Versa la sabiduría popular: “La victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana”, y hoy en San Juan “hasta el más chimuelo quiere mascar tuercas”.

Lenguas viperinas

Adivina adivinador: ¿Qué partido de nueva creación prepara ya su proceso de liquidación?

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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