Este 2023, la Máxima Casa de Estudios en el estado de Querétaro celebrará 64 años de autonomía; una característica que se ha ido fortaleciendo en las universidades públicas a lo largo de los años porque se ha comprendido su valor e importancia, de cara a quienes han intentado borrarla constitucionalmente o transgredirla; la autonomía es un referente de libertad y un factor que genera pensamiento crítico.
En este marco, el director de estudio y procesos de legislación universitaria, Ricardo Ugalde Ramírez, aseveró que la autonomía universitaria coloca a la universidad como parte de un gran sistema y, sin embargo, esta misma le permite desarrollar diversas funciones, destacándose como las más importantes: el autogobierno, la autonormación y la autogestión.
“El autogobierno: decidir quiénes van a ser nuestras autoridades, pero también la posibilidad de que nuestras autoridades puedan ir generando aquellas áreas, direcciones o coordinaciones que resulten necesarias para la operatividad adecuada de la institución. Autonormación: crear las normas que nos permitan una convivencia armónica hacia el interior y nos den la certeza del quehacer de las instancias que desempeñan la función administrativa (…) con mucha claridad (…). Autogestión: la posibilidad de generar estrategias para obtener los recursos que la Universidad requiera para su operación (…); no significa que pueda llegar a tener la capacidad de generar absolutamente todo el recurso que requiere para su operación porque otra de las características es que la universidad es un organismo descentralizado”, pormenorizó.
¿Y por qué es importante defenderla? Porque entre otros aspectos, dentro de la autonormación, se le otorga la posibilidad de construir sus propios planes y programas de estudio, a través de los que la universidad propone la hipótesis de cómo pueden solucionarse los problemas municipales, estatales, regionales y nacionales.
“(Esta posibilidad) nos habla de universidad educa en libertad y cómo, al educar en libertad, genera un pensamiento crítico en quienes son parte de nuestra comunidad como estudiantes y docentes; y un país, por muy democrático o estando en condiciones de autoritarismo, siempre requiere del pensamiento crítico para poder avanzar, entonces, es muy importante que seamos autónomos porque podemos gozar de esa libertad, pero también porque tenemos la posibilidad de desarrollar investigación y esa investigación -aunque pueda estar, en algún margen, sujeta a lo que las instituciones trabajen- realmente también nace de la libertad de nuestros docentes para hacerlo”, señaló.
Sobre el vínculo que guarda el presupuesto y la autonomía, independientemente de la característica de autogestión, Ugalde Ramírez manifestó que los distintos niveles de gobierno no han comprendido la importancia de apoyar económicamente la educación superior pública. Para la UAQ, implica problemáticas en temas como el desarrollo de proyectos, cobertura, adquisición de recursos innovadores o infraestructura.
“En la universidad encuentran una de las grandes oportunidades para poder desarrollarse en el entorno social, económico y político en el que vivimos; pero lo que las universidades nos dan realmente es una herramienta muy importante que nos ayuda a entender nuestros entornos. No creo que sin presupuesto adecuado una universidad pueda lograr los avances que necesita, entonces, el tema del presupuesto tiene un tinte político, tiene un tinte social, tiene un tinte económico y en esas áreas tendríamos que irlo pensando”, reflexionó.
En cuanto a la importancia de que exista esta celebración en la UAQ, el director consideró fundamental valorar la autonomía que posee y defenderla entendiendo el nuevo sistema en el que se encuentra inmersa, porque -dijo- la Universidad es un ente que transforma a la sociedad en muchos sentidos y a quienes forman parte de esa estructura, pero esto debe ocurrir en un marco irrestricto de respeto a los derechos humanos de nuestra comunidad.
“Nos permite pensar con libertad, a partir de lo que hacia el interior de la universidad construimos, nos genera espacios propicios para esa reflexión, nos permite convivir -en el caso de la UAQ- con personas de diferentes niveles económicos, ideologías y preferencias; entonces, nos acerca a tratar de entendernos de una manera más integral, nos da un respiro muy importante en un entorno social que está agobiado por temas de violencia, de inseguridad, temas de riñas políticas y hacia el interior de la universidad, cuando hay autonomía, podemos ejercer muchos de nuestros derechos en libertad y eso es lo que en mi óptica dota a las universidades autónomas de un valor muy importante. Ser autónomos no significa ser una isla o un subsistema aislado dentro de un sistema mayor, sino entender que desde aquí podemos trazar rutas que nos permitan resolver muchas de las problemáticas que tiene nuestra sociedad”, concluyó.
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