Parece que a López Obrador no le preocupan en lo más mínimo los efectos que trae consigo la pandemia del coronavirus, mucho menos los estragos que está ocasionando en otras naciones; el Presidente va de frente con sus programas, no dobla y anunció el reforzamiento de su populismo, haciendo uso de todos los recursos económicos posibles con los que cuenta el gobierno federal, incluso viola derechos laborables de empleados de la federación, reduciéndoles el salario y quitándoles el aguinaldo, todo por acceder a otros miles de millones de pesos para ampliar los objetivos de sus programas. Pretende endeudar a la burocracia con empréstitos.
No extraña que Andrés Manuel viole cuanto derecho se le cruce, está acostumbrado a ello, no sufre consecuencias legales, menos ahora que ha logrado concentrar el poder de los tres poderes públicos. Poco le falta para dictar sentencias, ya legisla por medio de Decretos apócrifos que pone en práctica.
Las apocalípticas consecuencias del Covid-19 no le incomodan ni preocupan al Presidente de la República. Si millones de empleados pierden el trabajo, si las industrias cierran y no generan riqueza, qué importa; hay dinero en las arcas públicas para ayudar a los “más pobres”, ese es su objetivo. No hay lógica en el pensamiento de López, mucho menos en el actuar del necio mandatario. No le importa en lo más mínimo qué hacen otros gobiernos para paliar la crisis; por el contrario, presume que esos gobiernos copiarán su modelo de solución, que consiste en “ayudar a los más necesitados” y calentar la economía vaciando las arcas públicas, utilizar el dinero de los impuestos como motor de la economía nacional. Iluso Presidente.
Si no hay creación de riqueza, la consecuencia es simple, no hay pago de impuestos; si no hay empleo, no hay pago de impuestos. Lo que sí aumentará, será la delincuencia con tanto desempleo. López promete crear 2 millones de empleos en 9 meses. ¿De dónde? ¿Con recursos públicos? No creará empleos, salvo que sean con fijos, paguen impuestos los burócratas; aun así, los salarios se pagan con las contribuciones de las empresas, los consumidores y los empleados. Legalmente, en derecho fiscal no existe otra manera de recaudar impuestos, excepción hecha de crear más impuestos sobre los cautivos contribuyentes. ¿Cobrará impuestos por ventanas, mascotas o qué se le ocurrirá? ¿Empobrecer al pueblo de México para que todos sean iguales?
Decepcionantes y preocupantes las medidas que adoptará el Presidente para atenuar la crisis. Veamos las claves del “Plan Emergente para el bienestar y el empleo”. Así lo denominó. ¿Qué hará para generar empleo?
López aseguró que creará 2 millones de empleos en los próximos 9 meses. Burlonamente dijo: “En eso baso mi optimismo”. México forma parte de la recesión mucho antes de que apareciera el problema del Covid-19; ahora crece la amenaza de la pérdida del empleo de forma súbita, más la que él mismo aplica, al cerrar empresas como la cervecera que se estaba construyendo. Hay datos que confirman que los EU han perdido 10 millones de empleos, dado que ese es el número de personas que han pedido un apoyo por desempleo. El terror crece.
El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico ha previsto que en 2020 México perderá unos 875 mil empleos, tomando en cuenta que el pronóstico de caída de la economía de alrededor de 5 por ciento. El único que no lo cree es el propio López Obrador; piensa que sus proyectos, como Sembrando Vida o el Tren Maya, generarán los empleos necesarios, dos millones.
Sembrando Vida vive del presupuesto, así que no es creación de empleo; y los otros, en su caso, serán mantenidos con recursos públicos. Vamos, sacar y sacar dinero del único bolsillo. Aun así -de sus proyectos- el número de empleos a crear adicionalmente sumarían 591 mil 300. ¿El resto de 1.4 millones para completar la promesa de los 2 millones? ¿De dónde? Los restantes empleos que pretende crear saldrán de más proyectos, con dinero público. 228 mil en la construcción de 50 mil viviendas para dotarlas de agua potable, drenaje y otros servicios básicos; más 200 mil para los campesinos que trabajen en su programa de reforestación Sembrando Vida; otros 45 mil médicos y enfermeras adicionales, que prometió; más 31 mil elementos que ingresarán al Ejército, la Marina y la Guardia Nacional.
Sigamos sumando. Otros 80 mil que se emplearán en la construcción del Tren Maya, obra que está parada por juicios de amparo y no hay permisos aún, más la oposición del EZLN; por último, otros 7 mil 300 empleos en obras del corredor del Istmo. Sumar número es de lo más fácil.
A pesar de la pandemia, López Obrador seguirá garantizando el funcionamiento de sus programas clientelares, llamados “sociales”. Su discurso: “la prioridad en su plan es la población más pobre y vulnerable de México”.
Aseguró que: “En suma, los programas sociales y el desarrollo promovido por el gobierno este año llegará a 22 millones de beneficiarios”. Su meta son los 30 millones que le garanticen el triunfo en las próximas elecciones y posteriormente la revocación de mandato, por eso no deja de inyectar dinero a pesar de todo.
Don mentiras, aseguró poder demostrar que la mitad de los hogares del país cuenta con, al menos, un programa de bienestar y que 95% de las familias más pobres de México cuentan con al menos uno de esos apoyos económicos. Para no herir susceptibilidades de sus seguidores, a estas mentiras, algunos le llaman “verdades no comprobables”.
Remató asegurando que en diciembre próximo todos los pobres de México tendrán protección del gobierno. ¿Quiénes son los pobres y cuántos son? Más mentiras que subyugan a quienes se sientan en el ala de los pobres y reciben dinero público. La pandemia amenaza con incrementar esa cifra negra. ¿Los que de pronto se queden sin empleo serán pobres y estirarán la mano o echarán culpas a López por insensible y boquiflojo? Los pobres aumentarán en América Latina.
López Obrador reitera su perorata al insistir en que su plan para reactivar la economía está basado en la austeridad republicana. Que seguirá con mayor rigor su plan. Dentro de su plan no podía faltar el anuncio sobre violación de derechos humanos en agravio de muchos burócratas, quebranta la Constitución e incumple con la Ley Federal del Trabajo. Anunció que, “por consenso”, bajará el salario de subdirectores hacia arriba, además no les pagará aguinaldo. ¿Y las familias de estos empleados qué culpa tienen? Se calcula que serán cerca de 3 mil millones más los que obtendrá con la ilegal y draconiana medida administrativa. Seguramente amenazados, aceptan o renuncian, así de simple y, ante la falta de trabajo, no les queda más remedio que ser “esclavos” de López Obrador.
Solitario, en el patio de Palacio de Gobierno -hay que estar demente para ello- dijo: “Estamos haciendo hasta lo imposible para mantener el compromiso de no aumentar la deuda pública”. ¿A quién le importa eso si la economía de México va en picada? ¡Los empleos se pierden, no hay inversión y la pandemia ahuyenta cualquier inversión nacional y extranjera! Gobiernos de izquierda, de centro o de derecha saben bien que en tiempos de crisis, el que un país se endeude con responsabilidad es una posibilidad para enfrentar la necesidad de ejercer gasto para impulsar la economía y apoyar a su pueblo. Pero no, el necio prefiere seguir con la exacción a todos los contribuyentes cautivos.
Y las obras del capricho, las emblemáticas de López, la refinería Dos Bocas, en Tabasco, el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, siguen firmes, a pesar de que analistas recomiendan que se pospongan o suspendan para usar esos multimillonarios recursos en planes para reactivar la economía en la emergencia sanitaria. Pero no, la tozudez del Presidente es más importante, siguen en marcha sus proyectos, consumiendo el dinero que requiere la nación para evitar que el decrecimiento económico sea más tremendo que los negativos pronósticos. Más derroches en los caprichos de Andrés Manuel.
Por supuesto que no deja a Pemex ni a la CFE. Aseguró que habrá una inversión de unos 14 mil millones de dólares como parte del programa para el sector energético, cuyo anuncio lo ha aplazado, pero lo dará a conocer la próxima semana. Los apoyos a fondo perdido de Pemex siguen. Pemex dispondrá de 65 mil millones de pesos extras, le reducirá la carga fiscal, para invertir y, supuestamente Hacienda sacrificará ese dinero. ¿Hacienda? ¿Que no es dinero de los mexicanos? Dinero que solo cambia de bolsillo, virtualmente deja de ser de los mexicanos para incorporarse al patrimonio de la petrolera.
Su grandioso plan, el cual copiarán muchos otros países, dijo López, también consiste en dar créditos para micronegocios, así como a pequeñas y medianas empresas. Los gobiernos conservadores aplicaban esos programas. ¿Les copió López? Será un millón de créditos sin intereses o tasas muy bajas. La mitad destinada a negocios formales, la otra mitad para los informales. Con sorna, dijo que, a través del ISSSTE, dará créditos personales de entre 20 mil y 56 mil pesos a 670 mil burócratas. El fondo para eso sumará 35 mil millones de pesos. ¿Para qué ese dinero? ¿Simple consumo?
Sencillamente “aventar el dinero”, cuando lo que se requiere es que no se pierdan empleos, se generen más fuentes de trabajo; no que se otorguen créditos sin objetivo alguno. ¿Endeudar a los trabajadores? Todo lo contrario a lo que no quiere hacer el gobierno. El gobierno no se endeuda, pero a sus empleados sí los endeuda. ¿Qué política financiera es el endeudamiento sin objetivos? Más deudas en camino.
Con el Fondo de la Vivienda del ISSSTE (Fovissste) más créditos. ¿Dónde quedaron los 2 mil millones de pesos de los trabajadores que le entregó en mano Alejandro Gertz Manero a López Obrador? La bolsa de dinero disponible del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) será para dar 177 mil millones de pesos para créditos de vivienda, disponibles durante 9 meses; después de ese tiempo, López levanta la mesa de préstamos y deja endeudados a los trabajadores. Presume un beneficio para 442 mil 500 trabajadores. Otra verdad que no es comprobable.
Total, que el plan de López Obrador no contempla medida alguna para las empresas. Hizo caso omiso a las propuestas del Consejo Coordinador Empresarial en materia fiscal, como posponer la declaración de impuestos o pagarlos en parcialidades. Claro que tampoco para las personas físicas, todos a seguir pagando para que López pueda gastar. Desoyó a todos los empresarios y expertos en la materia.
Además, ¿se han preguntado de dónde saldrá el dinero para seguir con el derroche presidencial? Aquí les comento.
El dinero que Andrés Manuel López Obrador -que no el gobierno de México, ese es su parapeto- planea utilizar en su programa para contrarrestar la recesión económica que viene antes que el Covid-19, provendrá de lo poco que queda del fondo de estabilización económica -la mayor parte ya lo gastó López- que le dejaron Calderón y Peña; más los recursos financieros presupuestados en el Decreto de Egresos que logre de la disolución de la mayoría de los fideicomisos; más el dinero que ilegalmente quite de los salarios de la burocracia y el dinero de los aguinaldos de esos trabajadores. Fácil gastar irresponsablemente el dinero del pueblo. Fracaso anunciado. ¡Mediocre Presidente!

06
Abr 20
Twittear
Mientras el Covid-19 causa estragos en todo el mundo y los jefes de Estado imple...
Es un hecho que Andrés Manuel López Obrador ha militarizado múltiples funcion...
En la conferencia mañanera del ¿inefable, desagradable, inestable, despreciabl...
Cada vez más preocupantes las mentiras del Presidente de la República, su leng...
Danos tus comentarios