El presidente de la República, literalmente, solo se decida a sus mañaneras, a perder el tiempo; un picapleitos al frente de la Presidencia. Nunca más otro presidente que solo dedique el tiempo a vociferar y a dividir a los mexicanos.

Por enésima ocasión, López Obrador dedica su mañanera a confrontar. Esta vez se trató del diario New York Times, por un reportaje que involucra a gente cercana al presidente de recibir grandes cantidades de dólares, millones, pues, para financiar las campañas de López Obrador. En eso dedica, pierde el tiempo, para gobernar.

No le faltan ocurrencias al presidente López para dar la nota que mediáticamente reproducen los grandes medios de comunicación nacionales; sea o no verdad, aquellos lo reproducen al pie de la letra. Por eso se queja Xóchitl Gálvez, por difundir mentiras presidenciales que aparentan ser verdad.

Los ignorantes creen a pie juntillas la información, pues el medio informativo no se toma la molestia de advertir si se trata o no, de una mentira. Simplemente la producen tal cual la vertió el mitómano del presidente.

Los descréditos en contra de AMLO no solo son nacionales, también internacionales y aquel solo se dedica a defenderse, abandonando sus funciones de jefe de estado para estar lidiando con sus propios fantasmas. Cual miembro de vecindad, como su ministra del “pueblo”, a grito abierto. Pero este abusa de las conferencias mañaneras. Tiempo valioso que debiera dedicar a gobernar se enfrasca en pleitos personales, de vecindad.

De una declaración periodística en su contra, del diario estadounidense, por aquello de haber recibido millones de dólares en sus anteriores campañas, AMLO exigió al gobierno estadounidense aclararan si estaba siendo investigando por haber recibido millones de dólares del narcotráfico. Obvio, el gobierno tuvo que negar la información de medio periodístico.

A su vez, la periodista norteamericana envió varias preguntas al guerrillero que funge como coordinador de prensa de AMLO, el señor Jesús Ramírez. El presidente se dedicó a exhibir en su mañanera las preguntas que no eran para él, eran para su “vocero”. Además, dio a conocer los datos de la periodista. Volvió a violar los datos personales de la periodista. Total, el violento del presidente abriendo flancos de combate político. El diario norteamericano no se desdijo, en cambio el gobierno norteamericano afirmó que no investigaban en aquel país al #NarcoPresidenteAMLO.

Al unísono, en otro frente abierto por AMLO, empinó al ministro en retiro Arturo Zaldívar, entonces presidente de la SCJN, por la vergonzante sumisión que demostró ante el presidente López, al obsequiar los pedimentos que le hiciera el titular del Poder Ejecutivo en materia de impartición de justicia. AMLO confesó que Zaldívar, como presidente de la Corte, fue obsequioso con él en los asuntos jurisdiccionales que le planteó López Obrador. Eso se llama delito.

Lo que AMLO no esperaba, o bien deseaba, que Zaldívar avalara su delincuencial confesión, fue desmentido por el mismo ministro en retiro, quien se desligó de semejante y aberrante confesión. No, no fue como lo dijo el presidente, no sabe de Derecho, lo malinterpretó, dijo Zaldívar. Se hicieron bolas ambos delincuentes.

Ante semejante confesión, la Barra de Abogados presentó denuncia ante la SCJN para que investiguen al sátrapa de Arturo Zaldívar, y no es para menos. Jueces y magistrados del Poder Judicial federal se manifestaron indignados por las declaraciones de AMLO. La impartición de justicia al juego maquiavélico de la política presidencial. ¡Inconcebible!

El presidente López Obrador, en su calidad de jefe de campaña de su “corcholata”, cada vez que habla la hunde. Y aquella no puede esbozar nada sin el permiso presidencial. Por eso mismo Xóchitl Gálvez sigue “in crescendo” electoralmente, mientras que aquella ha quedado estancada en las preferencias electorales.

Sume usted al desorden en la repartición de candidaturas a cargos de elección popular que armó el mismo Mario Delgado. En la madrugada (madriguera) del miércoles dieron a conocer los nombres de los “premiados” en su famosa tómbola de regalo de candidaturas al Senado y Cámara de Diputados; gente cercana y parientes del presidente López fueron los agraciados de la tómbola y sin haber expresado su intención de ser candidatos como lo mandata la ley electoral. En un par de horas tuvieron que corregir las listas, el tiempo se le vino encima, venció el 22 de febrero. El “agandalle” no prosperó, al menos en todos los casos.

Los perdidosos ante la “corcholata” salieron premiados, como lo ofreció AMLO, mucho antes de la turbia y tramposa tómbola. Ya podrán estar tranquilos Marcelo Ebrard, Adán López, Gerardo (del PT) Fernández, el cínico Monreal y la resaca del Verde Ecologista. Todos en busca del fuero constitucional. ¿Por qué será?

Son una amalgama de bastardos intereses entre Morena y sus sanguijuelas, ya no se sabe bien a bien a qué partido pertenecen. Engaño electoral. El INE debiera tomar nota.

Es una burla a la democracia y a los partidos. Miembros de otros partidos, sin haber renunciado a su militancia, resulta que serán candidatos de otros partidos, acto ilegal que prohíbe la misma ley electoral. No se puede ser militante de un partido y participar con otro, salvo convenios, y de estos nada se sabe.

Total, al presidente se le está diluyendo la ilusión de volver a gobernar otros 6 años más por medio de su “corcholata”. Mas bien, sigue cavando su propia tumba.

De un tiempo a la fecha, nada le sale bien al abusivo presidente López Obrador. Solo le quedan sus mañaneras como consuelo. A fin de cuentas, ¿a qué diablos se dedica el presidente López Obrador? ¡Solo genera problemas!

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