El impacto social, económico y claro que político-electoral de la obra de 5 de Febrero es innegable; por eso, más allá de la polémica que se ha levantado en torno a ella, es importante reflexionar y actuar sin manipulación, con sentido de responsabilidad, porque no solo afecta a quienes circulan por ahí, sino que el impacto es para toda la zona metropolitana.

A partir de hoy 21 de marzo, se realizará la reducción a un solo carril en el tramo entre Tlacote y Zaragoza en dirección hacia la Plaza de Toros Santa María, abarcando aproximadamente 750 metros de reducción.

La determinación de cerrar un carril es porque se meterá maquinaria pesada para poder construir los pasos desniveles que estará ubicados entre los cruces de las vialidades ya mencionadas.

La obra ya está en proceso, y sus beneficios o perjuicios solo los sabremos hasta que esté terminada. Por lo pronto y por el bien de la ciudadanía, los valores que deben de imponerse son los de la solidaridad por parte de los queretanos y que haya prudencia al manejar.

Aunque para el mes abril estará listo el puente vehicular de avenida Zaragoza y 5 de Febrero, que será el primero, pero sin abrir hasta tener toda la zona concluida.

Todo indica que este día será caótico en lo que al tráfico se refiere, un Vía Crucis adelantado; pero este escenario catastrófico puede que no sea tanto si las medidas que se han tomado funcionan.

Una de las medidas es que miles de trabajadores, estudiantes y maestros de todos los niveles educativos, miles, se van a hacer home office.

La UAQ, el Tec de Querétaro, los trabajadores y estudiantes de educación básica y media, miles de burócratas, a trabajar desde su casa, una experiencia que nos dejó la pandemia y que ahora es una solución viable.

Con ellos, miles de vehículos que no deberán de circular; y con ello, aminorar el tráfico vehicular.

Si no lo hacen, si salen y no cumplen con sus funciones desde casa, es otro cantar; sería una deshonestidad de su parte.

Puede que no estén de acuerdo con la obra, pero menos deberán de estar de acuerdo en provocar de manera consciente mayores problemas a los ciudadanos.

Eso no se entenderá más que de una manera: provocación política.

Otra medida es la que sugiere a los conductores que viajan de Jurica, que tomen la ruta alterna de Avenida de las Torres a Constituyentes, saliendo por avenida Tlacote.

La otra ruta alterna para evitar el unicarril de 5 de Febrero será avenida Tlacote a la autopista Celaya Cuota, saliendo por avenida Galindas.

Igual se van a saturar, igual de manera lenta pero eficaz funcionan las propuestas.

Todo va a estar en manos de los conductores, de los ciudadanos que, repito, estarán o no de acuerdo con la obra, pero menos estarán de acuerdo en crear el caos; porque la obra ya está. Luego, es necesario hacer de lo cotidiano algo llevadero.

Ya tendrán tiempo los detractores de la obra de llevar agua electoral a su molino, por lo pronto las protestas deberán de ser demostrando una ciudadanía madura, que no acepta el manipuleo de ninguna parte: ni del gubernamental y menos de los intereses políticos que cuestionan la obra.

El interés ciudadano está sobre los intereses personales, de grupo o políticos electorales.

Los ciudadanos, no los políticos, no los partidos, manifestarán su inconformidad o aceptación de la obra en 2024.

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