Dos breves temas abordaré este día, dos temas que tienen que ver con las mujeres candidatas.

El primero es la candidatura de Abigail Arredondo por parte del PRI a la gubernatura, que a decir verdad, viene con el tufo de las elecciones del 97 y 2015. Abigail Arredondo Ramos no gana ni una elección a diputada local, como en 2015 cuando compitió y perdió, y ya es candidata a gobernadora.

Ahora bien, es real que el PRI privilegió para varones los estados donde puede obtener una buena votación, y en los que de plano están más que perdidos, como Querétaro, mandaron candidata. El problema es que este partido no ha formado cuadros femeninos que puedan ser competitivos y así surge la candidatura de Abigail Arredondo Ramos.

Formada en las filas del calzadismo –ayer estuvo José Calzada en su registro, sonriente, alzando la mano–, fue regidora con Roberto Loyola Vera en el Ayuntamiento de Querétaro; con el apoyo de este y de su mentor Calzada fue candidata a diputada local en 2015 y, como ya dijimos, perdió. Lideresa de las mujeres priistas, sin trascender en su trabajo político, fue candidata pluri al Congreso del Estado en 2018 y terminó siendo coordinadora del minúsculo grupo. Hasta ahí su amplia trayectoria político-electoral.

No hay nada rescatable en su trabajo de oposición; desaprovechó su oportunidad o fue muy dúctil a los acuerdos con quien manda en la fracción mayoritaria y que despacha en Plaza de Armas. Muchas cosas habrá de reprocharle o no, pero su candidatura es histórica por ser la primera mujer y también la candidatura más débil que ha tenido el PRI.

Hay quienes la inscriben en la alianza de Todos Contra Morena (Tumor) que Alito, Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, la ha llamado no convencional y de facto; lo señalamos, para no estorbarse y decirlo en palabras del mismo Alito.

En resumen, no aportará votos al PRI, solo restará; pero es claro que su objetivo es restar a Morena en favor del PAN.

La candidatura de José Calzada en la persona de Arredondo Ramos, repito, tiene el tufo del 97 y de 2015.

El segundo tema: el voto en contra de las mujeres en el TEEQ

Un asunto que pasó desapercibido fue el que se presentó en la sesión del lunes del Tribunal Electoral de Querétaro, un tema que rompe en la entidad con el desarrollo democrático de la participación de las mujeres.

Como antecedente se tiene que el IEEQ ya había establecido la paridad de género, pero de manera vertical, es decir, efectivamente la mitad de los ayuntamientos deberán de tener candidatas mujeres, pero no establece la horizontalidad; es decir, que las mujeres no sean relegadas a los municipios menos poblados y con menor desarrollo social y económico.

El tema pasó al TEEQ, donde se presentó el proyecto, siguiendo el ejemplo del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que establecieron las candidaturas de género en las 15 gubernaturas, en 7 de ellas deberán de ser para mujeres, y deberán de ser en estados donde el partido que postula tiene posibilidades de ganar.

En Querétaro, contrario a lo acontecido a nivel nacional en gubernaturas, no se aprobó una medida afirmativa a favor de la paridad de género horizontal.

Se votó en contra el proyecto de la magistrada Gabriela Nieto; en contra, los magistrados Martín Silva y Ricardo Rodríguez.

Esto resuelto en sesión pública el lunes, dentro del juicio TEEQ-JLD-31/2020.

Las mujeres en Querétaro se tendrán que conformar con las candidaturas de los municipios más alejados y con menor población, y desarrollo social y económico.

Los lineamientos del IEEQ sí protegen la paridad vertical, como ya lo dijimos, es decir, que sean 9 y 9. El asunto, sin querer o queriendo, beneficia al PAN, donde no tendrá el escollo legal para mandar a la reelección a candidatos a los principales municipios: Querétaro, Corregidora, El Marqués y Pedro Escobedo; se cuece aparte San Juan del Río, está por verse si mandan mujer.

Con el proyecto de Gabriela Nieto, lo que se proponía con la paridad horizontal, que es mandato constitucional, es que se propongan a mujeres en municipios competitivos, porque no es lo mismo que las mujeres vayan a la sierra como candidatas y en la zona metropolitana hombres.

Lo que se proponía es que hubiera mujeres en los municipios fuertes, en al menos algunos de ellos, obvio no en todos, pero que no fuera tan evidente que las mujeres son relegadas a municipios no competitivos económica y poblacionalmente hablando.

Pero no, no va a ser así, aunque en el PRI pueden decir que ellos no son así, que mandan a mujeres candidatas a puestos competitivos: la presidencia municipal de Querétaro, con María “Atlacomulco” Alemán, y a gobernadora con Abigail Arredondo Ramos. Las dos son llevadas de la mano por José Calzada y Roberto Loyola, los verdaderos candidatos.

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