Este viernes estarán celebrando la última sesión los legisladores de la LVII Legislatura del Estado. Cierto, se jactan de haber hecho buenas reformas y leyes, pero para eso les pagaron durante 3 años continuos. Sin embargo nadie se responsabiliza de los abusos que cometieron.
Casi la mayoría de los acuerdos los legisladores los tomaron por unanimidad o por mayoría para aprobar leyes, decretos, acuerdos y propuestas. Eso se viene haciendo desde hace buen rato, independientemente de quiénes tengan la mayoría, eso es bueno para Querétaro siempre y cuando lo que se apruebe sea en beneficio de los queretanos.
Podríamos recordar algunas desavenencias en el sexenio de Ignacio Loyola, cuando, desde un inicio los legisladores literalmente se pelearon por todo, hasta golpes hubo entre dos del PRI, cuando perdieron todo y así las disputas por las sobras estuvieron al día; luego la propia fracción del PAN, dividida y en contra de Loyola. Fueron descubiertos con facturas falsas de 100 mil pesos para cada diputado. Al menos el primer trienio fue de disputas, ya el segundo las cosas tomaron su lugar.
Con Francisco Garrido, todo funcionó de maravilla, dicen que la “maquinaria estuvo bien aceitadita”; todo le aprobaron, hasta el crédito para la CEA de cientos de millones de pesos. La oposición fue dócil, dúctil y maleable. Los de casa leales al gobernador.
Durante el sexenio que termina, las disputas se dieron por las plazas, cada diputado quería “colocar” a su gente, así que saturaron de personal a la LVII Legislatura. Despidieron personal sin razón alguna para dar plazas a su “gente” y al paso de los años tuvieron que reinstalarlos y pagarles salarios caídos; pero como no es su dinero el que se usa para pagar indemnizaciones, poco les interesa; a un empleado despedido hace varias legislaturas le tuvieron que pagar cerca de 10 millones.
Y el Presidente jubilado abrió las puertas para que todos se afiliaran al sindicato, hasta los de confianza se “treparon” al sindicato con la esperanza de que no los despidan y sean protegidos a pesar de no ser necesarios. Diputados que ya se fueron advirtieron: “Mi gente se va conmigo”. ¡Mentira! no solo no se los llevó, los dejó con plaza y sindicalizados. Ahora habrá que indemnizarlos y bien ¿Los que llegan podrán contratar más personal?
Otro de los problemas que saltan a la vista, fueron los abusos de no dar el incremento salarial el año anterior a los empleados de confianza, a los que no se sindicalizaron y a jubilados, a pesar de la abierta violación al Contrato Colectivo y a la Ley ¿El dinero qué le hicieron? El salario se deterioró por capricho de algunos legisladores. Solo quienes abusaron de los empleados saben qué hicieron con el dinero que no pagaron. Al trabajador lo agredieron, ah, pero siempre existió la amenaza de: te quejas y te despedimos. Otros más cobraron y estuvieron “comisionados” fuera de la Legislatura.
Más problemas que han trascendido. Resulta que varios que se han jubilado o pretenden jubilarse, consiguieron constancias apócrifas de antigüedad para alcanzar el beneficio de la jubilación o la pensión por edad. Hace algunos días platicaba con un regidor del PAN y comentábamos sobre un pretenso que busca su jubilación, quien hizo uso de ¿constancias de antigüedad? de la Legislatura y sorprendido me decía ¡Yo nunca lo vi en la Legislatura! Otros que, de acuerdo a su edad, entraron a trabajar siendo menores de edad, todo por las constancias de antigüedad que consiguieron de la Legislatura ¿Qué diputado ordenó la expedición de esas apócrifas constancias? Eso corresponderá investigar a quien se interese en ello. La presidencia y algún “compinche” fueron permisivos, pero en agravio del erario público; a unos favorecieron, a otros perjudicaron, según sus lazos afectivos o filiación grupal.
Bueno, hubo quien sin pena alguna quiso hacer valer tiempo trabajado en oficinas federales. Hasta allá pretendió llegar el colmo de los abusos. Sin embargo, debido a la obviedad de la rapacidad, a estos no los “pasaron”. Los demás, los otros debieran ser investigados. Recuerdo cuando un Secretario de Gobierno se enteró de la “trampa” que un trabajador intentó hacer; bastó con la amenaza de ser procesado para que retirara pacíficamente su pretensión de jubilación. No hay pues tan buenas cuentas en la entrega de la LVII Legislatura, seguramente hay mucho más. No todos son responsables de los abusos, hubo quienes se opusieron abiertamente a su coordinador ¡Esperamos tiempos mejores!
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