Alfonso Durazo Montaño, aún secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, aseguró que el “gabinete de seguridad funciona en condiciones óptimas”.

En él participan los dos secretarios de las Fuerzas Armadas, el consejero jurídico (¿qué hace ese señor ahí?), el mismo Durazo en su calidad de secretario de Seguridad Pública y el inepto de López Obrador a la cabeza. Alfonso afirmó que la seguridad pública ahora es política de “Estado”, ya no es responsabilidad única del área a su cargo; ahora es responsabilidad de todas esas áreas, de los tres niveles de gobierno y de la misma sociedad.

Vaya cínica manera de compartir la responsabilidad de la inseguridad entre todos. Al final nadie es responsable de nada. También justificó que, de acuerdo al artículo quinto transitoria de la reforma constitucional, por primera vez se autoriza a las fuerzas armadas para participar en actividades de seguridad pública, luego entonces las Fuerzas Armadas, no han sido eficientes. ¡Inconcebible!

En dos años al frente de la secretaría, con más de 65 mil muertos bajo sus espaldas, asegura que el “gabinete de seguridad funciona en condiciones óptimas”. ¿Qué sería si no fuese así? Andrés López, al inicio de su gobierno se comprometió a bajar el índice delictivo en 6 meses; luego aumentó el plazo a un año, al no cumplir se fue a 2 años. Mientras que Durazo fijó un plazo de 3 años. ¡Así funcionan en condiciones óptimas! Alfonso dejó a su sucesor la responsabilidad de cumplir a los 3 años.

Aberrantes declaraciones de Alfonso Durazo en entrevista telefónica con Joaquín López. Por cierto, este periodista dio por hecho que Durazo ganará las elecciones en su estado natal, Sonora. Joaquín no olvida sus viejas prácticas. Bien, después de semejante fracaso como secretario de Seguridad, Joaquín López lo hace ganador, lo promociona antes de ser candidato, mucho antes de iniciar campaña y adelantó que ganará de las elecciones de junio de 2021.

Derivado de las preguntas, Durazo afirmó que fue un operativo mal planeado la aprehensión de Ovidio Guzmán; escudándose en lo dicho por la Secretaría de la Defensa Nacional (para no involucrar al secretario), cuando se vieron obligados a dejar en libertad a Ovidio. Lo cierto es que el mismo Andrés López aceptó su torpeza, siempre bajo alguna torpe justificación, como siempre. Manuel López afirmó que lo dio la orden para salvar vidas. Responsabilidades diluidas.

Durazo aseguró que su día más difícil como secretario fue Tlahuelilpan,y no la libertad de Ovidio Guzmán. 137 muertos. Ambos delitos cometidos por el mismo Presidente de la República, al ordenar la libertad de un presunto delincuente y no permitir actuar a la autoridad en Tlahuelilpan. Ambas acciones fueron fallidas, respaldadas y ordenadas desde la Presidencia.

Para todo México fue una tragedia lo de Tlahuelilpan, tema del que no volvió a comentar el causante de la misma: Andrés López Obrador. Prefiere estar molestando a medios de comunicación y periodistas por ejercer derechos humanos, como la libertad de expresión y la de publicar. ¿Quién no recuerda los 137 muertos por causa de la ineptitud e irresponsabilidad de Andrés Manuel López Obrador?

López impidió, ordenó a las fuerzas públicas federales no actuar, e impedir el robo de combustible; en contrario, dejó a medio pueblo que robaran el combustible (gasolina) propiedad de Petróleos Mexicanos; las Fuerzas Armadas y policiales, por orden presidencial, simplemente observaron la comisión flagrante del delito de robo de combustible. El personal responsable de resguardar el orden era ofendido, agraviado por muchos de los huachicoleros, sin actuar. Recibieron la orden de intervenir cuando hubo que transportar a muertos y heridos. López omitió cumplir con su responsabilidad, la omisión también se castiga.

En aquella ocasión, como en muchas otras más, el Presidente de la República incumplió con la responsabilidad de hacer valer el Estado de Derecho e imponer el orden, restablecer la seguridad pública. Dejó que los hechos de la tragedia pasaran. Si López Obrador hubiese cumplido con su responsabilidad, que era impedir el robo de combustible, no se hubiera generado la conflagración que causó la muerte de 137 personas. A lo mucho hubiese habido descalabrados, pero no tantos muertos. A causa de la mega irresponsabilidad de Manuel López, resultó que no hubo culpables de 137 muertes, fue atribuido a un desgraciado accidente. Los agresivos colectivos que siempre se quejaban de los abusos de gobiernos pasados frente a la tragedia nacional, no se hicieron escuchar; callaron, consintieron la catástrofe ocasionada por la irresponsabilidad manifiesta e intencional de López Obrador. El silencio confirma que el Presidente ha estado y está detrás los grupos belicosos. Hoy duermen pacíficamente.

A las 24:00 horas del último día de este mes, Alfonso Durazo Montaño deja la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. Tras su evidente y estrepitoso fracaso, va en busca del gobierno de Sonora. No cabe duda que la militancia de Morena es peor que todos aquellos a quienes critican de corruptos. Y todavía López-Dóriga adelanta, asegura que Durazo ganará las elecciones. Si los sonorenses conocen la “negra” actuación de Durazo durante su trayectoria política. Ahora, en su cuarto partido político (PRI, PAN, PRD y Morena) va por la gubernatura, deja tras de sí una estela de muerte a su paso. Su lógico destino político será perder las elecciones a la gubernatura del estado de Sonora, en el que habrá elecciones conjuntas; irán por las 21 diputaciones locales de mayoría relativa, 72 presidencias municipales, casi 500 regidurías, 72 sindicaturas, más 12 diputaciones federales. Mal augurio para Durazo y su cuarto partido.

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