Morena también va por los votos de los 93 mil presos en distintas cárceles, por diversos delitos, privados de la libertad en prisión preventiva.

Circulan videos en los que se da a conocer diversos artículos utilitarios que están llevando a los reclusorios para ser entregados todos aquellos que se encuentran sujetos a proceso y no ha sido sentenciado. 93 mil posible votantes, suficientes para ganar o perder una elección.

Varios de los artículos que “obsequian” como promoción política a los procesados están prohibidos, son un peligro para el interno y la población privada de su libertad.

Las medidas de seguridad que existen en todos los centros de reinserción social impedirán que lleguen esos artículos a manos de los reclusos. Una clara incitación a la violencia por parte de los promotores morenistas que están acudiendo a los centros de reclusión.

Morena quiere votos cautivos de los cautivos. Son una vergüenza, ¿acaso conocerán la vergüenza?, supongo que no, ellos lucran con todo, sin importar que sean ciudadanas y ciudadanos privados de a libertad, en etapa procesal, si tener sentencia firme.

Si bien el artículo 38 fracción II de la Constitución, están impedidos para votar quienes se encuentren sujetos a proceso criminal, la garantía a la presunción de inocencia, llevó a la Sala Superior del TEPJF a privilegiar uno de 2 Derechos, de tal suerte que hoy día pueden votar los reclusos que no tengan sentencia firme.

El INE deberá subordinarse a las medidas de seguridad que imponga cada reclusorio, respetando el derecho al sufragio. A su vez, las autoridades responsables y encargadas de la delicada responsabilidad de la seguridad en los centros de internamiento, deberán implementar las medias necesarias para que la ejecución de los derechos constitucionales se cumpla, sin descuidar la seguridad, aspecto primordial.

Con la finalidad de no generar más problemas, el INE determinó que el ejercicio del derecho a votar será de forma anticipada entre el 6 al 20 de mayo de 2024. Estarán en competencia, además de la Presidencia de la República, el Congreso federal, 8 gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, y cerca de 20,000 cargos más de elección popular. Por ello, literalmente Morena va tras los presos para convertirlos en sus presas.

Resulta obvio reiterar que todos aquellos que participen serán incluidos en la lista nominal de electores. Salvo que, no se les entregará la credencial para votar físicamente. El reclusorio, por obvias razones, donde se encuentre el recluso, será considerado como su domicilio.

En teoría, en el INE se consideró que esta medida “democrática” contribuye a la promoción, respeto, protección y garantía de derecho al voto de las personas en prisión preventiva y se fortalece el ejercicio a los derechos humanos.

Cabe recordar que, en febrero del 2019, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sentenció que las personas en prisión que no han sido sentenciadas tienen derecho a votar, porque se encuentran amparadas bajo el principio de presunción de inocencia. De tal suerte que en 2021 instruyó al INE para que realizara una prueba piloto, con miras a su implementación en el 2024. Así las cosas, en 2021, ejercieron su derecho al voto en las elecciones de los estados de México y Coahuila, así como de diputaciones locales en la primera entidad un total de 4 mil 530 personas privadas de su libertad. Y, la lista nominal se integró por 4 mil 991 registros, de un total de 9 mil 557 personas en reclusión.

En aquella ocasión la votación anticipada se realizó entre el 15 y el 19 de mayo en 21 centros penitenciarios: uno en Coahuila y 20 en el Estado de México. No se dio cuenta por ningún medio de difusión del proselitismo de los partidos políticos en los reclusorios como lo hace ahora Morena, obsequiando artículos utilitarios, algunos prohibidos.

Otra prueba piloto fue en Hidalgo. entonces votaron 116 de 130 personas inscritas en la Lista Nominal de Electores en Prisión Preventiva; se dio a conocer que 13 de ellas cambió su situación jurídica antes de la votación y un recluso se reservó el derecho a votar. Bien que se privilegie el derecho constitucional, bajo las medidas de seguridad adecuadas para garantizar la secrecía del voto y la seguridad del centro de reclusión.

Varios consejeros del INE, coincidieron en que, las personas en prisión preventiva que no han sido sentenciadas, por lo tanto, deben tener acceso a poder ejercer su voto y el Estado debe proporcionar los medios para el ejercicio de este derecho. Ese derecho solo puede suspenderse cuando exista una sentencia condenatoria ejecutoriada, por lo que si ésta no existe las personas en prisión preventiva deben continuar en el uso, goce y disfrute de todos sus derechos.

Los tiempos cambian. A pesar de que sigue vigente la prohibición constitucional, por estar sujeto a proceso criminal por el que merezca pena corporal y haya auto de prisión preventiva, el derecho debiera suspenderse. Sin embargo, se confronta con el derecho a votar si no existe sentencia firma, dada la presunción de inocencia. Omisa la ley en cuanto al proselitismo político e ilustrar sobre las propuestas de los aspirantes para que los reclusos estén bien informados. Por eso el “agandalle” de Morena.

Mientras tanto, Morena ya hace campaña política-electoral, para “apresar los votos de los presos”.

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