[Tras la Verdad] Las veleidades del poder político de AMLO

En enero del 2023, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, apareció como parte integrante de los miembros que conformaron la plataforma “México Colectivo o Méxicolectivo”, conformada por varios miembros de la “oposición”.

La respuesta no se hizo esperar y López Obrador lo tundió de inmediato, calificándolo de conservador.

Cárdenas, raudo y veloz se desmarcó del colectivo. Los epítetos ya habían sido lanzados en contra del primer exjefe de gobierno del D.F., por el agresivo presidente que no tolera la oposición. El primer gobierno de izquierda fue encabezado por un perredista, otro expriista arrepentido que formó parte de la disidencia; Cárdenas y más miembros del PRI organizaron entonces el Frente Democrático para enfrentar a su partido político de origen. Entre ellos también estuvo el finado Porfirio Muñoz Ledo, quien terminó repudiando al mismo Andrés López Obrador por mentiroso y traicionero; así lo llegó a decir. Vaya veleidades de los políticos.

Una vez que Cuauhtémoc Cárdenas hubo de recular, AMLO pidió disculpas al hijo del “Tata Cárdenas”. Así limaron asperezas. Ninguno aceptó la confrontación política a pesar de que, el mismo Cárdenas ha expresado claramente desconocer qué es la cuarta transformación. Simplemente se toleran a pesar de no coincidir.

Después de casi año y medio de aquel suceso que vislumbró un posible rompimiento entre los veleidosos políticos de izquierda, nuevamente surge otra desavenencia, bajo un tamiz diferente.

El generador de la escisión del priismo, Cuauhtémoc Cárdenas, vuelve a provocar críticas por sus declaraciones. Unos de los tótems de la izquierda veleidosa, millonario desde que su padre fuera presidente de la Estados Unidos Mexicanos, exgobernador de Michoacán, al igual que su desparecido hijo de la política. Millonarios de izquierda y aspiracionistas; esos “fifís” que no soporta AMLO.

Cárdenas reconoce que López Obrador dejará pendientes en economía, desigualdad social y delincuencia. Muchos pobres, muchos muertos y una economía que no creció. Se quedó corto, le faltó la incumplida promesa de brindar salud universal como la de Dinamarca, esa que nadie conoce.

El ingeniero Cuauhtémoc no tiene un pelo de tonto, cuida su espacio político e influencia, a pesar de sus 90 años de edad. Aseguró que votará por la aspirante de la izquierda, la candidata impuesta por López Obrador.

Así las cosas, éste último simplemente dijo respetar la opinión del hijo del “Tata”, aunque aseveró no coincidir con Cárdenas Solórzano en su diagnóstico.

Esta vez AMLO no criticó al exjefe de gobierno del D.F., simplemente aceptó no coincidir con su criterio. Sin embargo, Cárdenas sí dejó en claro la existencia del mal gobierno de la transformación, eso que no entiende qué es.

Por supuesto que tiene y le asiste la razón al longevo patriarca en su diagnóstico sobre la situación o deuda que heredará AMLO a la sucesora. Las veleidades de la política, en esta ocasión, vuelve hacer que se toleren los izquierdistas con distinta visión de la gobernanza. Uno asegura que todo está bien, mientras el otro, con justa razón advierte las fallas del primer gobierno de izquierda; una izquierda que comparte alcoba y duerme con los grandes capitales.

Es cierto que la economía del país no creció, más bien decreció. AMLO no volvió a referirse a su nueva forma de medir el PIB, en el que incluía la “felicidad”: sin dinero y sin crecimiento. Una de tantas tomadas de pelo de quien niega sistemáticamente la verdad. Ofreció rebasar el crecimiento del PIB de los gobiernos neoliberales y lo echó por tierra, terminará debajo de aquellos gobiernos.

Desigualdad social. Dijo Cárdena que aumentó la pobreza extrema. Lo cual también es cierto. Aproximadamente 5 millones de mexicanas y mexicanos que se incorporan al grupo de nuevos pobres en extremo. Las cifras oficiales así lo reconocieron en el último censo. AMLO simplemente dice respetar la opinión de Cárdenas, aunque no la comparte. Tan simple como siempre, negando la realidad, mas ahora en tiempos de campaña. Otra mala herencia a su sucesora.

Por último, la delincuencia. Quedará para la historia la “cantinflesca” frase de AMLO: hay más homicidios, pero bajó la violencia. Tremenda incongruencia a la lógica del discernimiento y pensamiento humano ¿Será un nuevo tipo penal de homicidios pacíficos? El actual gobierno no pudo controlar la violencia; se volvió simple espectador de los dantescos hechos que a diarios se suceden en muchas partes del país. En su gobierno se han superado todas las cifras en homicidios de las pasadas administraciones. Más de 186 mil asesinatos y la mayoría en la impunidad; desapariciones, feminicidios, violaciones. AMLO prometió en varias ocasiones que bajaría, al menos, en el 50% la violencia. Ya se va y aquella creció. Enorme deuda que dejará. Para eludir su responsabilidad, echa culpas a los gobiernos del pasado. Resultó un inútil y proclive al contubernio con la delincuencia organizada que ya controla una tercera parte del territorio nacional; sí, 600 mil kilómetros cuadrados aproximadamente, bajo el control de la delincuencia. Un territorio más grande que muchos países. Por eso Cárdenas advierte el problema de la delincuencia.

AMLO y Cárdenas Solórzano en empate técnico, bajo el manto de la veleidad política. El primero simplemente dice no compartir la opinión mas no prueba lo contrario. El otro, simplemente dijo la verdad y a pesar de las enormes fallas del gobierno de izquierda y no saber qué diablos significa eso de la cuarta transformación, terminó aceptando que votará por la candidata de izquierda.

Conclusión. La vieja pareja de izquierdistas y prófugos del PRI son contumaces y necios en sus criterios. Esta vez ambos se toleraron políticamente cual veleidosos de la política de la mentirosa izquierda. AMLO sabe el valor del apellido Cárdenas y éste cuida sus vetustos intereses.







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