Después de 9 años de la masacre de los 43 normalistas, las autoridades de la Cuarta Transformación se hunden en sus propias mentiras.

Los padres de los normalistas asesinados, como el abogado que los representa, se encuentran decepcionados. Aseguran que las actuales autoridades sostienen la “verdad histórica” de la entonces Procuraduría General de la República.

No es lo mismo criticar y proponer, que hacer y presentar resultados. AMLO no se cansó de criticar a las autoridades de la entonces PGR. AMLO se inventó lo del “pacto de silencio”; dijo que iban a resolver el fondo del asunto y en 5 años no han avanzado nada.

El teatro mal hecho de la detención de Jesús Murillo Karam, entonces procurador general de la República, ha sido un abuso más tanto de la fiscalía de Alejandro Gertz como del mismo gobierno federal, que nada tiene que hacer en el tema de la procuración de justicia. Tener a Murillo en la cárcel de nada les ha servido en la investigación.

Perseguir a otros altos exfuncionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto tampoco les ha servido de nada. Criticar a las autoridades judiciales tampoco les resuelve el problema, solo los distrae.

Familiares de los normalistas asesinados están cansados de tantas mentiras. Ambas partes juegan a un juego que ni ellos mismos saben. ¿Qué quieren en realidad? Las movilizaciones de “nos faltan 43” terminó por convertirse en movimiento político; el bumerán que lanzó AMLO le regresó con más fuerza.

Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, el martes rindió un nuevo informe sobre el resultado de las ilegales investigaciones que lleva cabo la secretaría, en clara intromisión en las funciones de la Fiscalía General de la República. Familiares y abogado salieron de la reunión “adormiladora” verdaderamente decepcionados. No creyeron en el informe de Encinas. Aseguran que encubren a personal del Ejército.

Por cierto, el gobierno de AMLO sustentó sus nuevas investigaciones en informaciones proporcionadas por autoridades estadounidenses. Ver para creer.

El gobierno de la transformación ha expoliado el asunto de los 43. El problema, que el tiempo los ha vencido sin que alcancen mayores investigaciones válidas en el juicio.

AMLO quisiera que autoridades federales del pasado resultaran responsables de la masacre de los 43. Más parece que quieren exculpar a los verdaderos asesinos, a los delincuentes. Cinco años y no encuentran la salida para ello, más 4 años de investigaciones del gobierno de Enrique Peña, 9 en total y quieren más culpables, más involucrados. Muchos han dejado la cárcel por distintas razones, delincuentes libres por faltas al proceso penal persecutorio.

Alejandro Encinas se regocija con su informe. Dio a conocer que de la reconstrucción de los “hechos hemos identificado a 434 actores relevantes que participaron directa o indirectamente en la desaparición de los normalistas; 109 son actores de grupos delictivos, 35 del gobierno estatal, 12 del gobierno municipal, 125 policías municipales, 39 de las Fuerzas Armadas, 36 del gobierno federal y otros 78”. Con esos datos, dicho informe en nada ayuda al esclarecimiento que esperan tanto unos como otros.

A 9 años de haberse ejecutado la barbarie del asesinato de los 43, las cosas continúan igual. AMLO dándoles atole con el dedo a los familiares, y estos terminaron por cansarse de tanta mentira del gobierno de la Cuarta Transformación.

Los familiares de los “desaparecidos” y asesinados quieren más militares en la cárcel, aseguran que ellos fueron pieza clave en el fatal desenlace. Mientras que AMLO, aseguran los quejosos, protege a los militares, con quienes hoy tiene enormes compromisos económicos; imposible que culpen a más de ellos.

Total, para legitimar el trabajo de la “Comisión de la Verdad” involucraron a un fiscal especial, aunque las investigaciones políticas corren a cargo del morenista Alejandro Encinas. Todo un espectáculo mediático, como los acostumbra el presidente López Obrador, sin resultados positivos. El teatro, en esta ocasión, no le ayuda mucho al mitómano profesional que encabeza la Presidencia, el público ya no le cree.

Las torpezas de Alejandro Encinas, quien ya piensa en heredar a la siguiente administración las investigaciones “políticas” –así lo afirmó–, aseguró que su responsabilidad es “política y moral”. Pues sí, nada tiene que ver legalmente la Secretaría de Gobernación en el asunto; la investigación debe correr a cargo de la fiscalía y la judicialización en manos del Poder Judicial Federal. Solos evidencian sus torpezas y abusos. También aseguró que en ningún momento la intención es cerrar el caso hasta que se encuentre a los muchachos. ¡Terrible mentira!

¿Encontrar a los muchachos? Hubo peritajes de ADN de la Universidad de Innsbruck, Austria, que arrojaron que al menos dos de los restos óseos pertenecieron a dos de los estudiantes. ¿De dónde diablos va a sacar a los “muchachos”?

En otro de sus informes cargados de mentiras aseguró que ya sabían el paradero de los 43, que pronto lo darían a conocer. ¿Qué pasó con esa promesa?, ¿dónde quedaron los normalistas asesinados? Mentiras que no se las lleva el viento, están latentes. Por eso dejaron de creer en ellos los familiares de los 43 y su abogado Vidulfo.

Y no olvidemos que los integrantes del “Interdisciplinario de Expertos Independientes” también dejaron de colaborar por la falta de apoyos del gobierno de la Cuarta Transformación. Estos sí que pretenden ocultar la “verdad histórica”, deformar la que dejaron las autoridades del gobierno de Peña Nieto, sea por contubernio o por supina ignorancia del tema.

Blandear un tema penal con bandera política no les resultó tan lucrativo como esperaban las autoridades de la Cuarta Transformación. Van perdiendo.

---