No vaya usted a pensar que solo es problema de Marcos Aguilar Vega, no, parece que todos los políticos sufren del trastorno psicológico de la megalomanía, mismo problema; creen que todo lo que ellos realizan con el dinero del pueblo es la mejor inversión, mejor que cualquier que les antecedió, que son indispensable y gracias a ellos los problemas se resuelven, que son capaces de hacer grandes cosas. No confundirlos con los melómanos, esa es pasión por la música.
Derivado del último informe de actividades del estado general que guarda la administración pública municipal, Marcos Aguilar, afirma que, gracias a sus obras del Qrobici, del CiQrovia, construcción de vialidades, las nuevas paradas de autobuses, de su Agencia de Movilidad, la nueva semaforización y el transporte escolar gratuito, los queretanos ya disfrutamos de una reducción de tiempo en el transporte de 30 minutos. También afirma que rompió con “paradigmas”, ahora contamos con una ciudad con movilidad, limpia e incluyente ¿De verdad usted le cree? ¿En qué pensará el político que sufre del trastorno mental de megalomanía? ¿Creerá sus propias mentiras? ¿Creerá que resolvió los problemas de miles de personas?
También afirma que resolvió el problema de conectividad de la zona norponiente de la ciudad con algunas construcciones de calles o avenidas, como la prolongación de Bernardo Quintana, el Boulevard Peñaflor, Paseo Querétaro, Paseo Santiago. El diputado federal y presidente municipal –caso raro en la política mexicana- también dijo que ya contamos con “calles completas para una ciudad compacta” ¿Compacta? Nuevos términos que son acuñados en el lenguaje de la movilidad, que en la práctica nada te dicen. El ciudadano de a pie quiere resultados y no discursos. Los problemas de movilidad están cada vez peor; la vialidad de automotores es pésima, no de ahora, ya lleva muchos años y todo por el exceso de vehículos, la pésima educación vial y la falta de sincronía en los semáforos. Aquí sufren todos los que transitan por cualquier medio por la ciudad, desde el viandante, el ciclista, motociclista, chofer y automovilista. Todo inmersos en la problemática de la movilidad, todos somos el problema; todos somos la solución si hubiese educación en la ciudadanía, armonía y sincronía en la movilidad, sin necesidad de la autoridad vial que no resuelve los problemas y sí los complica, deja hacer, deja pasar, excepto cuando se trata de infraccionar y multar, así sí se hace presente la autoridad que regularmente está ausente. Pero, para Marcos Aguilar, el problema se ha resuelto gracias a su atinada intervención, lo cual es una mentira o verdad a medias si le parece más sutil.
Comentó que el cambio de “paradigmas” ha traído como consecuencia la reducción del “tráfico vehicular”, promueve la salud, fortalece el tejido social y cuida nuestro medio ambiente ¿Será cierto? No lo creo, al menos no se aprecia, tal vez en unos 20 años más, hoy no. No hay dato alguno que nos confirme que ha mejorado nuestra salud ¿O sí? Tampoco existe muestra alguna que nos acredite que el tejido social es mejor ahora que en el trienio pasado ¿Qué se redujo el tránsito vehicular? ¿Dónde? Tal vez sea por las madrugadas, a esas horas sí que se reduce el tránsito vehicular y bicicletas no hay por ningún lado, es más no encuentra usted personas por las calles, salvo que quiera usted ser asaltado.
Para el megalómano es de vital importancia citar las enormes cifras que en millones de pesos se invierten, como si se tratase de dinero salido de su bolsillo. Pocas veces refieren que el dinero que se invierte en programas, acciones y obras es producto del dinero salido del bolsillo de los contribuyentes, de aquellos que trabajan y pagan sus impuestos; o bien, que cubren la otra cascada de derechos que pagan a la autoridad municipal por cualquier trámite, dinero que literalmente sacan del bolsillo del contribuyente, con la agresiva advertencia que, de no pagar vendrán multas, recargos, embargos o cierres de negocios. Bueno, con ese dinero se pagan hasta los salarios de los presidentes municipales, legisladores, gobernadores y demás.
Así las cosas, de aquello que el megalómano de Aguilar Vega, dice que resolvieron el problema de movilidad, tuvieron un altísimo costo y otras se siguen o seguirán pagando. Aquí algunas de las cifras. Red de semáforos nuevos 141 millones de pesos, en 200 cruceros y 50 más para eficientar la semaforización y el tránsito vehicular; 100 agentes de movilidad que ayudan a agilizar el tránsito, a prevenir accidentes –no se ría por favor- , proporcionar asistencia y orientación, ello tuvo un costo de 5 millones, 400 mil pesos; la CiQrovía Santa María Magdalena-Hércules, con una extensión de 285 kilómetros 98 millones de pesos; la QroBici, tuvo un costo de 39 millones de pesos, dice Marcos que es una de las mejores en la República Mexicana y de Latinoamérica; 33 millones, 500 mil pesos, las nuevas paradas de autobuses, que tendrán WiFi y aire acondicionado, así como videovigilancia; el transporte para escolares gratuito, tiene un costo de 150 millones de pesos, con una flotilla de 57 unidades de transporte, que cubre una ruta de 12 circuitos troncales, 18 rutas locales y 7 rutas a centros de atención para niños con discapacidad, total, dan atención a 134 primarias y 70 secundarias, atendiendo a 15 mil 500 niños diariamente. Vaya odisea la de contar diariamente a los estudiantes. Hasta aquí parte del discurso megalomaníaco del presidente municipal de Querétaro. Y Alejandro González Valle, dice que se han invertido 2 mil 500 millones en servicios públicos en lo que va la administración ¡Un dineral! Por algo a muchos capitalinos le urge que ya se vayan.
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