[Tras la Verdad] ¡Cínica y mentirosa!

Interesado en el “debate” de las candidatas a la presidencia de la República, desperdicié casi 2 horas escuchando preguntas de los conductores de noticias, las respuestas e intentos de debate.

He leído a varios columnistas y articulistas sobre el “debate”, por supuesto que las opiniones son variadas, todas respetables desde su muy particular óptica o preferencia política. Luego se vinieron las disparatadas encuestas o sondeos, también disparatados con aquello de la pregunta de “quién ganó el debate”.

Normal la polarización en estos casos en los que está en juego ni más ni menos que la conducción de la administración pública federal durante los próximos 6 años; más si por primera vez enfrentamos los mexicanos dos frentes claros en la gobernanza; una de las propuestas, la de la mediocridad y la continuidad de la destrucción por medio de un gobierno de izquierda, el endurecimiento de las políticas de polarización, la pérdida de libertades, incremento de la criminalidad, el desabasto de medicamentos y atención médica, así como el fortalecimiento y avasallamiento de uno de los poderes públicos frente a los otros 2, al igual que el debilitamiento de los derechos humanos. Mientras que la otra opción o propuesta, está basada en el del ejercicio pleno de libertades, mejoramiento de la seguridad pública, castigo a criminales, restablecimiento de todo aquello que ha sido destrozado y que funcionaba, con el compromiso de mejorarlo, no dispendio en obras públicas suntuosas ni ociosas y de relumbrón, respeto al Estado de Derecho, creación de fuentes de trabajo, producción de energías limpias, etcétera.

La mayoría de los analistas observaron el comportamiento de las aspirantes en la mala escenografía montada por el INE, en quién cometió o no cometió errores, el nerviosismo o que, si al mostrar las imágenes que llevaron cautivaron o no; quien mostró aparente mayor seguridad, ¿y el debate?, parece que ese quedó pendiente.

Realmente el pésimo formato del “debate” no permitió que las aspirantes pudieran contrastar y realmente debatir cada una de las propuestas; peor que en un salón de clases, los alumnos no podían salirse de rígido guion.

Lo sorprendente, desde mi particular opinión, fue la frialdad que mostró la candidata del presidente para mentir, el cinismo para reiterar y evadir cualquier responsabilidad sobre las imputaciones que le formuló la candidata Xóchitl.

La aspirante oficialista no se salió del guion que ha seguido desde sus conferencias que dio mientras fue jefa de gobierno en la Ciudad de México, luego en su larga precampaña y en la campaña. Las mismas mentiras que diario receta el presidente López, fueron repetidas por la candidata conocida como la “corcholata”.

Aplaudió lo hecho por el movimiento político al cual pertenece, aseguró que su mentor es honesto como nadie, que es el mejor gobierno de la historia. Se dedicó a defender al gobierno de AMLO, claro con la pretensión de darle continuidad al mayor desastre de la historia. El cinismo fue alarmante, las mentiras le brotaban con la mayor naturalidad.

La señora aspirante, no reconoce fallas del gobierno federal, menos de su administración al frente de la jefatura de gobierno. Los “accidentes” de la Línea Dorada y del inmueble de la escuela Rébsamen, los eludió, a pesar de las evidencias y pruebas que existen en su contra. Casi 50 fallecidos a causa de esos “accidentes” y la señora no se inmutó, ni siquiera pestañó. De la Línea Dorada hay dictamen que certifica que, una de las causas del accidente fue la falta de mantenimiento. Documento oficial. Del derrumbe, la señora, siendo entonces delegada, permitió innumerables fallas, como evitar la clausura cuando protección civil no dio el visto bueno.

También negó el incremento de los feminicidios con temible frialdad, según ella, bajaron en su administración cuando que, en realidad se fueron al alza.

Mintió y no presenta prueba alguna de un supuesto ahorro de miles de millones de pesos por el combate a la corrupción ¿Dónde quedó ese dinero, de dónde salió el mismo?, simplemente repitió la cifra que ha referido AMLO ¿Qué subió o se incrementó el PIB a más del 3%? ¡Totalmente falso!, se le olvidó en el primer año de gobierno, 2018, lo bajaron a menos del 0%; luego, por la pandemia derrumbaron el PIB al 8.5%. De acuerdo al Inegi, a tasa anual y con series desestacionalizadas, el PIB incrementó 2.5 % en términos reales, en el cuarto trimestre de 2023. Las actividades secundarias avanzaron 2.9 %; las terciarias, 2.5 % y las primarias no presentaron variación. De tal suerte que, informó que en 2023 y con series desestacionalizadas, el PIB creció 3.2 % con relación a 2022. Claro, partiendo de las bases de los desplomes de años anteriores. Otra más de las mentiras aportadas con cinismo por la aspirante oficialista.

Las propuestas durante el “debate” de la señora “corcholata”, estuvieron basadas en el cinismo y la mentira. Las mismas fantasías de los 100 compromisos de AMLO que no cumplió. Uno dejará despojos, la otra pretende incrementarlos con la misma política populista.

Por cierto, las aspirantes ofrecieron excesivos apoyos a ciertos grupos de la sociedad, traducidos en dinero. Ninguna dijo de dónde saldrán tantos recursos económicos, vía impuestos, para el dispendio presupuestario.

Sobre todo, cuando el gobierno de la transformación dejará enormes deudas a cubrir por créditos adquiridos e incremento en gastos constantes como la línea de aviación del gobierno que se maneja con pérdidas, lo mismo con el Tren Maya o el inservible aeropuerto militar que tampoco genera ganancias y sí consumen presupuesto.

A la espera del segundo “debate”, eso sí, ampliamente criticado porque, de “debate” no tuvo nada.

Parece que el propósito del rígido formato del desarrollo del programa de “espectáculo” fue cuidar a la candidata oficialista. Lo cierto que, lo reitero, el cinismo y la falsedad con que se condujo y se conduce la candidata del presidente, a cualquiera deja pasmado.







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