En la liturgia de la mañanera de hoy lunes, el presidente advirtió sobre la posibilidad de inestabilidad económica tras cambio de gobierno en los Estados Unidos.

Bien sabe López Obrador que esa inestabilidad podría venir a razón del saqueo de las finanzas públicas, de la enorme deuda que dejará y el despilfarro en las obras faraónicas. Estos factores sí que son un peligro para las finanzas de los mexicanos, que AMLO llama “inestabilidad económica”.

¿Hubo inestabilidad económica en México por el cambio de gobernó entre George W. Bush por Barack Obama o de Obama por Donald Trump o de Trump por Joe Biden? Por supuesto que en ninguno de estos cambios hubo problemas de inestabilidad económica en México.

No cabe duda que el presidente se adelanta y se cura en salud por los problemones de inestabilidad económica que le dejará y tendrá que enfrentar el gobierno de Xóchitl Gálvez o a su candidata.

Aquí 2 claros ejemplos de las deudas contratadas por el gobierno de AMLO y sistemáticamente, en sus liturgias, dijo que no contrataría deudas. Niega las deudas.

En el 2022, la Auditoría Superior de la Federación dio a conocer que el gobierno de López contrató un crédito por más de 3.14 billones de pesos a pagar en 5 años; tratándose de deuda interna como externa. Para este año de 2024, los diputados de su partido le autorizaron contratar otra deuda por casi 2 billones de pesos, cifra que significa un monto de 2 millones de millones.

A la fecha, el gobierno federal adeuda 12 billones 973 mil 59.1 millones de pesos. Ello significa que, por pagar los respectivos intereses, hoy en día la deuda asciende a 15 billones 138 mil 437.7 millones de pesos.

Ahora bien, si consideramos que, por sus erróneas políticas económicas, sin apoyo a las empresas, el saqueo a fideicomisos, el despilfarro de los ahorros que le dejó el gobierno de Enrique Peña, la desaparición de programas sociales, todo ello confluyó para la abrupta y severa caída al 8.5% y al año siguiente estuvo en 0%, de ahí deterioro crecimiento del PIB.

AMLO, el presidente que más ha gastado en la historia moderna.

También quiso meter mano a las reservas del Banco de México, aproximadamente 20 mil millones de pesos a la fecha; abuso que no pudo cometer dada la resistencia de los funcionarios bancarios, quienes argumentaron y con lega razón, que la ley no les permitía hacer uso de esas reservas económicas, estarían cometiendo delito al darle los miles de millones de pesos al presidente.

No satisfecho con la respuesta del MB, les propuso que le prestaran el dinero para meterlo al banco y hacerlo “sudar” para aprovechar los intereses.

Como siempre, la misma justificación presidencial, el dinero sería para beneficio del pueblo y para pagar parte de los multimillonarios intereses.

AMLO sigue y persigue el dinero de los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, los cuales superan los 13 mil millones de pesos. ¿Para qué usaría el dinero? Que para becas, que para el pueblo, que para los damnificados del huracán Otis. Los pretextos le sobran para quedarse con el dinero propiedad de otro Poder Público y los trabajadores. El asunto está en litigio en manos del Poder Judicial, al cual quiere dominar y absorber en sus funciones.

Sus obras de relumbrón han duplicado o triplicado su precio, miles de millones de dólares literalmente mal invertidos. La compra multimillonaria de la refinería Dee Park, situada en los EUA para lograr la autonomía e independencia en combustibles, falacia no cumplida No en balde López Obrador argumenta y se justifica advirtiendo peligro financiero por el cambio de gobierno en los EU.

Aún hay más. Así como los nefastos gastos por la destrucción de la construcción de lo que sería el Aeropuerto de Texcoco; la ASF notificó que el daño ascendía a más de 300 mil millones de pesos. Después de la crítica y regaño de AMLO a la los peritos forenses de la Entidad Superior de l Federación, bajaron los daños a 130 mil millones de pesos. Luego ordena pagar otros cientos de millones de pesos por la compra de una línea aérea que es subsidiada, más dinero a la basura.

Y de Pemex, ni se diga, el gobierno de la transformación, por instrucciones personales de AMLO le inyectó a la empresa paraestatal miles de millones de pesos. Para el año pasado le había transferido 772 mil millones de pesos. Para este año 2024, el presidente exentó a Pemex hasta por 70 mil millones de pesos del pago de impuestos.

Por eso nace el discurso de AMLO sobre la posible inestabilidad económica por el cambio de gobierno en los EU.

Ni qué decir del robo descarado a los dineros de los becarios, también asciende a miles de millones de pesos. Carlos Urzúa advertía que, tan solo en el programa de los adultos mayores, ascendía a los 50 mil millones de pesos por el pago a 600 mil fantasmas registrados que no existen, acorde con el Inegi y el padrón de Bienestar; otro tanto el dinero de pensionados que no cobran porque les roban el dinero. De los demás programas sociales hacen lo mismo el gobierno de la transformación; mismas conductas que quiere replicar su candidata, la “corcholata”: lo dijo en su discurso inicial: “que siga la corrup…”

Él sería el responsable directo de esa inestabilidad financiera. El colmo, en misma liturgia de este día, argumentó que estamos a un tris de lograr la autosuficiencia en combustibles. Más de 5 años repitiendo lo mismo.

Conclusión: López Obrador es y será el responsable de la destrucción de las finanzas públicas y de la enorme deuda que heredará a su sucesora.

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