El nuevo Índice de Calidad de Aire y Salud que se utiliza en la Megalópolis, tiene como objetivo fundamental informar con mayor oportunidad la calidad del aire y los probables daños a la salud, por lo que está dirigido especialmente a las personas con mayor vulnerabilidad.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME), llevaron a cabo un “Conversatorio con Medios” para analizar el nuevo índice.
Con la participación de Sergio I. Mendoza, de la Semarnat; de Luis Gerardo Ruiz, del INECC: del Dr. Horacio Riojas, del INSP, y de Víctor Hugo Páramo de la CAME, se mencionó que el objetivo del Índice Aire y Salud es “informar de manera clara, oportuna y continua el estado de la calidad del aire, los probables daños a la salud que ocasionan los contaminantes y las medidas que pueden tomar las personas para reducir la exposición”.
Es un indicador para comunicar el grado de contaminación atmosférica y la probabilidad de que ocurra un efecto adverso en la salud de las personas si se exponen a los contaminantes.
Además, es una herramienta dirigida a dos grupos de personas: el de los individuos especialmente sensibles a la contaminación del aire, y a la población en general.
Los grupos sensibles son aquellos con mayor probabilidad de tener efectos negativos en la salud por la exposición a contaminantes atmosféricos, ya sea debido a su edad o a alguna condición de salud previa, como menores de 15 años, personas con enfermedades cardiovasculares y/o respiratorias; asmáticos, adultos mayores de 60 años y mujeres embarazadas.
Explicaron que el Índice se calcula a partir de la medición de seis contaminantes del aire: las partículas respirables (PM10), las partículas finas (PM2.5), ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y monóxido de carbono (CO).
El Índice para cada contaminante se compone de cinco bandas, que definen la calidad del aire como buena, aceptable, mala, muy mala y extremadamente mala. Cada una tiene asociado un nivel de riesgo a la salud, definido como bajo (verde), moderado (amarillo), alto (naranja), muy alto (rojo) y extremadamente alto (morado).
Informaron que el efecto de los contaminantes sobre la salud depende de las características de cada contaminante y del tiempo de exposición. Por eso, para algunos contaminantes se calcula el valor del Índice para una hora, o para promedios de 8, 12 ó 24 horas.
Por ejemplo, se utiliza la concentración promedio de una hora para calcular el ozono y el dióxido de nitrógeno; el de 8 horas, para ozono y monóxido de Carbono; para el dióxido de azufre se calcula para 24 horas.
El límite superior de la banda aceptable concuerda con los valores límite permisibles para la concentración ambiental del contaminante de que se trate, señalados en las normas de salud ambiental. Así, para el ozono, el límite superior aceptable concuerda con 0.095 partes por millón (ppm), y para el índice del promedio móvil de 8 horas, el límite superior concuerda con 0.070 ppm.
Refirieron que el caso de las partículas PM10 y PM2.5 es especial: utiliza el promedio ponderado móvil de 12 horas, lo que permite informar oportunamente a la población sobre cambios en los niveles concentraciones.
En cada una de las bandas de calidad del aire, se incluyen recomendaciones dirigidas a las personas para que puedan reducir su exposición a los contaminantes y proteger su salud.
Por lo que hace al coronavirus SARS-COV-2, que provoca la enfermedad COVID-19, afecta de manera más importante a grupos sensibles, como los niñez y las personas adultas mayores, personas asmáticas o que sufren de alguna enfermedad crónica como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y depresión del sistema inmunológico, entre otras.
Es fundamental, señalaron, que la población se proteja tomando las recomendaciones del Índice, debido a que es más oportuno y protector para la población sensible.
Destacaron que una de las principales virtudes del Índice Aire y Salud es el caso de las partículas PM10 y PM2.5, porque las medidas que debe tomar la sociedad en su conjunto para atender un episodio de mala calidad del aire pueden necesitar horas para aplicarse y surtir efecto, pero cada persona puede tomar medidas inmediatas para reducir su exposición.
En el caso de ozono, al Índice para el promedio de una hora se añade el de 8 horas, lo cual permite proteger a la población sensible de la exposición a concentraciones más bajas pero durante períodos de tiempo más largos.
Finalmente señalaron que “el Índice Aire y Salud es independiente de los programas de contingencias ambientales atmosféricas existentes en el país”.
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