Las campañas para los candidatos al gobierno de Querétaro y a diputaciones federales comienzan el 4 de abril, mientras que los aspirantes a diputaciones locales y presidencias municipales deberán registrarse del 7 al 11 de abril, comenzando las campañas el 19 de abril.

Ya todos los partidos tienen a sus candidatos a los puestos de elección popular local; bueno, casi todos.

Porque tal parece que en Morena andan dormidos en sus laureles; y en una actitud soberbia, la candidata al gobierno del estado, Celia Maya, iniciará campaña en un acto multitudinario en Plaza de Armas este domingo 4 de abril, aún sin contar con los candidatos y candidatas a diputados locales y a las presidencias municipales. Estará solo arropada por los candidatos y candidatas a la legislatura federal.

Van a asistir todos y todas los que aspiran a un puesto local, pero no todos ni todas serán candidatos, y en su momento se llevarán la decepción. Por lo pronto, en una artificial unidad, asistirán al inicio de campaña.

Pecan de soberbia en Morena, y en el pecado llevarán la penitencia. Mientras los demás partidos ya placean a sus candidatos y candidatas a presidentes municipales y adelantan su campaña de posicionamiento electoral, a Morena los tiene sin cuidado.

La principal, que no la única, manzana de la discordia es la presidencia municipal de Querétaro.

Aunque con la designación de Paloma Arce a la candidatura a diputada por el IV Distrito –con ello se baja de la pretensión de ser candidata a presidenta municipal por Querétaro–, la postulación se cierra solamente a dos: el expanista y cercano a Celia Maya, Maximiliano García, y la persistente, coherente y consecuente luchadora social y activista de izquierda, Rosa María Córdova.

Está también Ángel Balderas Puga, quien difícilmente podría dar la sorpresa, aunque no lo descarte, a pesar de que no es de la querencia de Celia Maya ni de la dirigencia nacional de Morena, que encabeza Mario Delgado, quien es realmente el que va a decidir y repartir las candidaturas locales.

Es de todos conocidos que Celia Maya García tiene preferencia por Maximiliano García, pero la pregunta es: ¿Rosa María Córdova y Ángel Balderas Puga aceptarán una imposición? ¿Qué le podrían ofrecer a la honesta y dura luchadora de izquierda para que acepte?

Por otra parte, ¿Maximiliano aceptará no ser el candidato y hacer campaña a favor de Morena, a pesar de que no tienen ninguna coincidencia, ni ideológica ni política, con el partido-movimiento?

Y eso es solo en el municipio de Querétaro, pero el mismo escenario se repite en El Marqués, Corregidora y San Juan del Río, donde los aspirantes son todo menos morenistas.

La tardanza de Morena para designar candidatos se puede explicar desde el temor de que los que no sean beneficiados sean postulados por otros partidos, pero la realidad es otra, se teme una desbandada, porque como ya lo dijimos, la mayor parte de los aspirantes son todos empresarios, comerciantes, oportunistas, arribistas, cuñados, primos, socios, compadres, comadres, esposas, esposos –como el de la diputada Larrondo–, son todo, menos morenistas, y mucho menos amloístas.

Entonces, esa soberbia disfrazada de estrategia electoral, porque de política no tiene nada, será el inicio de su Vía Crucis; son muchos los Judas que se mostrarán después de las designaciones.

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