Sin lugar a dudas la declaración de la diputada panista Verónica Galicia transparenta totalmente cuál es la función de los diputados: “el gobernador nos dio la instrucción para generarle las condiciones de poder ejecutar un préstamo”, al referirse al endeudamiento que se plantea para obras pluviales emergentes y para garantizar un fondo contra desastres, dijo la legisladora, dejando con la boca abierta a todos.

Pero como cada año en los meses de octubre y noviembre, se presenta la controversia y la oportunidad de que los diputados hagan valer su autonomía como poder y que realmente tomen decisiones en torno al paquete económico, en este caso de 2022, y saldar la deuda que tienen con la Universidad Autónoma de Querétaro, y de paso, limpiarían un poco la mala imagen, de sumisión al gobernador.

100 por ciento UAQ, así podrían salir los legisladores al otorgar a la UAQ un presupuesto que sea el 3 por ciento del presupuesto total del estado.

De acuerdo con diversos análisis, se sabe que el presupuesto federal para las universidades –entre ellas la UAQ– va a la baja desde hace unos años, lo cual es muy preocupante: el panorama que se avizora para el sector educativo ronda en el 3.1% del PIB, lo cual dista mucho del 8 por ciento que se aspiraba para 2022.

Pero es un 3 por ciento al que si el estado le suma su 3 por ciento, el presupuesto universitario sería más completo y seguro redundaría en una educación de mayor calidad.

El lunes pasado, la rectora de la UAQ, Teresa García, afirmó durante su participación “Pensar la Universidad”, dentro del noticiero Presencia Universitaria que se emite por Radio Universidad 89.5 FM y TvUAQ, que la Ley General de Educación y la Ley General de Educación Superior establecen que el presupuesto para educación en general deberá ser al menos del 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y el de las universidades públicas, y ciencia y tecnología no deberá ser menor al uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), cosa que no ha sucedido.

La realidad es que el presupuesto federal para las universidades y centros de investigación en México ha sido menor al que indica la Ley General de Educación Superior, en el que se estipula un recurso equiparable al 1% del PIB del país, cuando en el último año se destinó solo un 0.6%, denunció la rectora de la UAQ, Teresa García.

No obstante, hay que recordar que esta ley establece que el presupuesto debe aportarse de manera conjunta entre el gobierno federal y los gobiernos estatales, por lo que ninguna de estas dos instancias puede quedar exenta de su responsabilidad con las inversiones correspondientes a la educación superior en el país.

Y es aquí donde entran los diputados locales, para ver si realmente son un poder del estado o un apéndice del Ejecutivo local.

Los legisladores no se han manifestado en torno al tema, pero eso sí, sobre la posibilidad de aprobar un endeudamiento del estado, enseguida levantaron el dedo, perdón, la voz para sin pensar decir que es viable esa propuesta.

Será que ya negociaron su “moche” porque se anuncia que la LX Legislatura del Estado de Querétaro entregará a más tardar el viernes 29 de octubre –pasado mañana– la propuesta del paquete económico 2022, entre las que “se incluye un monto específico para hacer adecuaciones al inmueble legislativo”, refirió la diputada Beatriz Marmolejo, presidenta de la Mesa Directiva.

No hablan del tema de la UAQ, pero qué tal que ya presupuestaron una lana para “hacer adecuaciones al edificio del Congreso local”, un edificio, digamos que recientemente construido, y ya requiere “adecuaciones”, como si los diputados realmente trabajaran ahí... o en algún otro lado.

En conjunto con la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado, los legisladores están alineados para presentar el proyecto económico de la Legislatura a más tardar el viernes, y ahí vienen, se presupuestan algunas adecuaciones a edificios, y obviamente, el tema referente al endeudamiento estatal.

Mientras la UAQ, como siempre, se quedará con la mano estirada esperando ya no el 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) que establece la ley, sino el 3 por ciento del presupuesto estatal.

Pero eso sí, se presupuestan remodelaciones millonarias a edificios, dentro de ellos al del Congreso del Estado.

Ojalá que los diputados en los próximos días declaren que “el gobernador nos dio la instrucción para generarle las condiciones de poder ejecutar un mejor presupuesto para la UAQ”, igual que lo hicieron al referirse al endeudamiento que se plantea para obras pluviales emergentes y para garantizar un fondo contra desastres.

Pero lo dudamos, porque los diputados, y muchos funcionarios públicos, no tienen verdad ni honor, esos no son sus valores.

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