Algo anda mal en la entidad cuando la cultura, la educación no solo pasan a segundo término, sino que desaparecen; y algo anda mal cuando la educación es menos importante que un equipo de futbol, que solo es negocio –porque ni espectáculo da– para empresarios que ni siquiera invierten en la entidad.

Hay que decirlo fuerte y claro: el Centro Nacional de Danza Contemporánea (Cenadac) es una institución que desde hace décadas se dedica a la formación, promoción y enseñanza de la danza contemporánea en México.

Fundada en Querétaro en 1992 por la reconocida bailarina mexicana Guillermina Bravo, la institución ha sido un referente en el país y ha sido clave en la formación de generaciones de bailarines y coreógrafos mexicanos.

Pero desde el 1° de mayo entró en paro debido a la falta de recursos públicos que permitan que la institución continúe sus operaciones, afirmó su director general, Orlando Scheker.

El video ha circulado durante toda la semana pasada, se ha compartido etiquetando al gobernador Mauricio Kuri y a la titular de la Secult, Marcela Herbert.

Por falta de presupuesto para seguir operando, el Cenadac entró en paro, triste realidad.

También el personal del centro publicó un pliego petitorio en el que se les exige a las autoridades estatales solventar las necesidades del mismo, y prever las políticas y montos suficientes para garantizar su funcionamiento.

Así, la comunidad artística respaldó el paro de actividades y denunció más omisiones de parte de la Secretaría de Cultura.

Es una lástima que por 4 millones de pesos anuales desaparezca una institución no de Querétaro, sino del país.

¿Qué son 4 millones de pesos ante los 50 mil millones de pesos que tiene de presupuesto el estado? ¿Qué son? Nada, cualquier empresario de la construcción que traiga obra en 5 de Febrero se los gana en un mes.

Por 4 millones de pesos se frustra a mitad de su formación, a 40 alumnos, 40 jóvenes que ven cómo son despojados de sus sueños, que ven que su futuro no está en sus manos; 40 familias lastimadas por la falta de compromiso del gobierno, 40 vidas humanas que no importan al estado ni a los empresarios.

Mientras, hay cosas incoherentes. Mire usted, no sé cuánto le costará al gobierno del estado “prestar” el estadio La Corregidora a los dueños de Gallos Blancos, a Jorge Hank González, dueño de un emporio de casinos, de antros donde la casa nunca pierde: Grupo Caliente.

Todo el apoyo a quien hace negocio con el recurso público.

En marzo, en la reapertura de La Corregidora, con una inversión millonaria se realizó una “ceremonia” donde el invitado estelar no fue la afición, ni los Gallos Blancos, sino el grandioso y genio brasileño Ronaldinho.

Nadie le quita méritos a Dino, el mejor del mundo, un mago del balón.

Cobró millones de pesos por estar un día en la entidad y menos de una hora en el estadio.

El recurso lo pagó, dicen, una empresa inmobiliaria, Ciudad Maderas, que desde hace décadas es dueña del gobierno municipal de El Marqués, y ahora se asienta en Corregidora, después de que salió huyendo y fracasó en el vecino y violento municipio de Apaseo.

Ciudad Maderas es solo un ejemplo de quiénes son los dueños del balón gubernamental.

Le meten dinero a un equipo mediocre, que está en el último lugar de la tabla porcentual, que tiene que pagar 80 millones de pesos para poder jugar. Pero se va a quedar en Querétaro.

Mejor que se vaya el Cenadac, eso de la cultura no es negocio.

La educación, y si es educación con cultura como la danza, no importa: la ignorancia es la mejor inversión a la que le meten los empresarios, coludidos con el gobierno.

Pan y circo, dice el dicho; ahora es PAN y Circo: más apoyo al Grupo Caliente de Tijuana.

Ahora bien, el Cenadac no es la primera comunidad artística que hace un llamado a pagos justos y repartición adecuada de apoyos.

En marzo, la comunidad teatral de Querétaro entregó un pliego a la Secretaría de Cultura, en el cual acusaban una mala distribución de los recursos para la comunidad, pues se destinan, otorgan, solo a algunas personas, casi siempre las mismas, desde hace décadas.

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