Para aquellos lectores que son acuciosos observadores de la realidad política nacional, los resultados preliminares que ya se aprecian en los comicios que se realizan este domingo en el Estado de México y Coahuila, nos dejan ver una apabullante y aleccionadora conclusión:
Los partidos políticos que de verdad se propongan como objetivo ganar de una manera clara y contundente en los procesos electorales por venir, deberán elegir candidatos a los mejores perfiles, a las mujeres y hombres que reúnan capacidad, experiencia, liderazgo y que además hayan dado resultados en las diversas responsabilidades que les ha tocado desempeñar.
Más allá del resultado, gane quien gane, la lección es devastadora para todos los partidos: las candidatas principales en el Estado de México, Alejandra del Moral, de la Alianza PRI-PAN-PRD, y Delfina Gómez, de Morena, hicieron campaña en medio de historias de corrupción en la vida política y privada de ambas.
En el estado del norte no cantaron mal las rancheras; allá con candidatos que también se vieron sumergidos en la marea de la corrupción, igual de malo el verde como el colorado, el de la Alianza PRI-PAN-PRD, como el de Morena, y hasta el del PT, que salió primero del PRI y luego de Morena, un tal Mejía Berdeja.
La elección en estos dos estados nos deja la reflexión del tipo de candidatos que los partidos mandan al ruedo electoral, porque gane quien gane, la que pierde es la ciudadanía.
Ahora bien, si hablamos de partidos, el gran perdedor en las dos elecciones será el PAN, así gane la alianza en Coahuila y el Estado de México, ya que quien realmente recuperará poder es el PRI, porque por ejemplo en el estado del norte el PAN es o era la segunda fuerza política y hace 6 años se quedó a dos puntos de ganar la elección de gobernador, pero con esta alianza hasta el PT puede desplazarlo y mandarlo al tercer o cuarto lugar. Igual pasa en el Estado de México.
Es cierto que Querétaro es bastión político del PAN. Pero lo peor que le puede pasar es pecar de confianza y sentirse invencible. No puede ni debe sentirse con la victoria en la bolsa por anticipado. Las victorias hay que conquistarlas con mucho trabajo, y sobre todo, eligiendo a los mejores, a los más competitivos, los que garantizan el triunfo en las urnas electorales.
Por ejemplo, en el caso de la presidencia municipal de Querétaro, Lupita Murguía debe ser la candidata de unidad, la aspirante natural para ganar la Joya de la Corona.
No son tiempos de improvisaciones, de experimentos fallidos; en nada le beneficia a Lupita una alianza con un PRI local que sí es verdad que vale 7 puntos o 9, el desprestigio del tricolor es más grande que esos puntos.
Pueden tener una alianza pero en los hechos, no en la boleta; que el voto útil del PRI se vaya con el PAN; igual para el Senado, pero no debe de parecer en la boleta la alianza.
Es tiempo de actuar con la mente fría y el corazón caliente para ganar lo que será sin duda la Madre de Todas las Batallas, porque aunque el panismo es fuerte en la entidad, Morena como partido está bien posicionado, independientemente de quién sea su candidato o candidata.
El futuro ya nos alcanzó.

04
Jun 23
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