Gane quien gane el gobierno del estado el próximo 6 de julio, no gobernará solo o sola. En el caso de Celia Maya, el poder, dicen, no se comparte, y eso parece verdad para quienes gobiernan, los que están en la actual administración estatal.

Me explico.

Tres elecciones, designaciones que se dieron esta semana –dos en el PAN y la otra en la Legislatura– nos llaman la atención, dado que todo indica son la cereza en el pastel para ejercer el poder transexenal.

Primero, la Comisión Permanente del PAN aprobó que Mauricio Kuri sea el candidato a la gubernatura de Querétaro.

Es un rumor a voces que Mauricio Kuri fue y es el delfín impulsado desde el Palacio de la Corregidora; y tan es así, que fue candidato único, pues a quien se le atravesaba en su camino le ponían un “estate quieto” desde la fiscalía estatal o desde la Fiscalía Anticorrupción o desde la Entidad Superior de Fiscalización (ESFE).

El otro nombramiento tiene que ver con la ESFE; la Legislatura local, que es una oficialía de partes del Ejecutivo estatal, nombró a Enrique de Echávarri Lary –extitular de la USEBEQ durante todo este sexenio, un incondicional del gobernador– como nuevo auditor del estado, nombramiento que trasciende el sexenio, es por 7 años y con derecho a reelección por otros siete.

A ello súmele que la coordinadora de Comunicación Social del gobierno del estado, Mariela Morán, va en primer lugar en las diputaciones pluris locales del PAN.

Hasta ahí todo parece “normal”, pero no; estos nombramientos son el colofón a todo un esquema de trascender en el poder.

El proyecto de mantener el poder más allá del sexenio se empezó a cocinar hace 5 años, apenas entró en funciones la actual administración estatal.

El Ejecutivo estatal ha movido bien sus piezas, todo un ajedrecista de la política, y ha colocado a sus alfiles, torres y a su caballo preferido –Kuri–, y uno que otro peón, en los puestos claves para mantener el poder más allá del sexenio.

Para empezar, como es vox pópuli, y no descubro ningún secreto o el agua tibia, Mauricio Kuri es totalmente –impuesto desde– Palacio… de la Corregidora.

Y para confirmar, el suplente en el Senado de Mauricio Kuri es un leal a Pancho Domínguez, el duro Alfredo Botello.

Pancho Domínguez ha colocado bien sus piezas: en la Fiscalía General del Estado, Alejandro Echeverría, leal a los hermanos Granados Torres –leales al mandatario–, fue nombrado para trascender el sexenio. Igual con el fiscal anticorrupción, brazo ejecutor junto con la ESFE y la FGE para quienes se han opuesto o no estén de acuerdo con el proyecto.

En el Poder Judicial, en el Tribunal Superior de Justicia, igual tiene incondicionales, leales: ahí está el ahora magistrado Braulio Guerra Urbiola, ahí está Mariela Ponce, por nombrar dos, pero son más los magistrados que son fieles al proyecto transexenal.

En el Poder Legislativo local estará Mariela Morán, o en el peor de los casos de una “juanita”, la esposa del actual dirigente del PAN, Agustín Dorantes, que es la suplente de Morán. Por nombrar a solamente a un caso.

El Legislativo federal va con Sonia Rocha, que ha sido su incondicional en las buenas y en las mejores; fue su suplente en el Senado y ahora busca la reelección como diputada federal.

Pero si eso fuera poco, coloca a la aún titular de Conaculta, de Cultura del estado, Paulina Aguado, en los primeros lugares para las candidaturas plurinominales.

O sea, a ojo de buen cubero, Pancho Domínguez tiene colocados en lugares estratégicos a sus leales: en la candidatura a gobernador, en el Senado de la República, en la FGE, en la Fiscalía Anticorrupción, en el TSJ, en la ESFE, en la Legislatura del Estado, en la Cámara de Diputados federal, sin contar con los incondicionales que están en los diferentes partidos, como Querétaro Independiente, y obvio, el mismo PAN... y otros más.

Esos están seguros, ya nadie los mueve, más los que se acumulen: otros leales que van por presidencias municipales, más diputaciones locales, líderes de cámaras, colegios y organismos “autónomos” o “descentralizados”.

O sea, gane quien gane la elección, no gobernará solo o sola.

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