Vox y El Yunque, El Yunque y Vox; Lupita Murguía y “El Jefe” Botello, “El Jefe” Botello y Lupita Murguía: los neos de ahora serán los duros del mañana en el PAN.

Así como hay malas decisiones en el gobierno federal, hay pésimas decisiones en los partidos políticos, sobre todo cuando se trata de comunicar. Basta con ver la fotografía que promovió el Grupo Parlamentario del PAN en el Senado con Santiago Abascal, presidente de VOX, un partido político español conocido mundialmente por su ideología de extrema derecha.

Pocas veces se ve un suceso de torpeza notable de comprender como el apoyo de senadores del PAN (y alguno del PRI) al partido ultraderechista español Vox. Quizá pueda explicarse como un furor causado por la intensidad de alguna pasión, en este caso el anticomunismo, un arrebato desfasado.

No paran las reacciones negativas al extravío que cometieron algunos senadores del PAN que fueron anfitriones, en la sede de la Cámara alta, de Salvador Abascal, dirigente de Vox, partido ultraderechista español.

Peor aún: los anfitriones azules se adhirieron ingenuamente a la “Carta de Madrid” de este movimiento de tufo franquista que propone frenar el avance del “comunismo” en las naciones de la “iberosfera”, incluido México.

No tardaron mucho en darse cuenta de la pifia.

Y doble ridículo, porque la fotografía de la reunión fue retirada de la cuenta de los senadores del PAN.

No aguantaron las críticas, pero olvidan los senadores y diputados que en las redes sociales siempre quedan las huellas de lo publicado y ese tuit ahí anda, circula como una prueba de su estulticia.

El escándalo tomó tales dimensiones que el CEN del PAN, encabezado interinamente por Héctor Larios, salió a deslindarse de la alianza con Vox: “La reunión que tuvieron algunos senadores del PAN con representantes de otro partido fue a título personal, en uso de su libertad. Lamentamos las interpretaciones equivocadas que se hayan podido hacer a este evento en donde no se suscribió ningún acuerdo político”.

En la foto del evento, por cierto, aparece la figura de un cura. El senador de Morena, Germán Martínez, expresidente del PAN, dijo que se trata de un integrante de los legionarios de Cristo. “Los sacerdotes no están autorizados a participar en actividades políticas”, destacó.

Igual en la fotografía aparece la senadora por Querétaro, Guadalupe Murguía, recién nominada como secretaria general de Gobierno de la próxima, muy próxima ya, administración estatal de Mauricio Kuri.

Es claro que fue un error de cálculo de la próxima responsable de la política interna del gobierno estatal, número dos de Palacio de la Corregidora, porque si algo se requiere en esa posición es un tono de neutralidad ideológica, la disposición al diálogo con todas las corrientes y sectores de la ciudadanía.

Y Lupita Murguía lo tiene, al menos eso ha demostrado, antes de la ingenua foto.

Llama la atención que a Vox lo comparen con la famosa organización mexicana también de ultraderecha, El Yunque, y llama la atención porque uno de los llamados hombres fuertes del Yunque, el senador queretano Alfredo Botello Montes, el famoso “Jefe” Botello”, como le dice el gobernador electo Mauricio Kuri, no aparezca en la foto de marras.

Mostró el colmillo “El Jefe” Botello, quien hace un tiempo dijo a quien escribe, en una amplia entrevista que:

“Lo del Yunque es una historia mítica de encajonamiento que hizo el viejo régimen, que en un mundo bipolar de izquierdas y derechas, como eran entonces, al viejo régimen se le daba por encajonar a la gente, a los grupos. Si aplicar bien la doctrina, los principios de Acción Nacional es ser duro, entonces soy duro, y si ser duro es sinónimo de Yunque, bueno ahí lo dejo, ser duro es ser buen panista; los neos de ahora serán los duros del mañana en el partido”.

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