Mañana 1 de septiembre se abre una nueva realidad política que marcará la segunda mitad de sexenio.

Ya se instaló la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados. Si bien su composición

favorece a Morena, el partido de Gobierno deberá dialogar y convencer a otros partidos para conseguir la mayoría calificada necesaria con el fin de aprobar las reformas constitucionales deseadas por la presidencia.

La cámara saliente se caracterizó por la sumisión al Ejecutivo y sus caprichos legislativos.

Ahora la realidad es diferente, como sabemos, Morena se quedó con la presidencia de la Mesa Directiva, pero los coordinadores parlamentarios del PAN, PRI y PRD le dieron la presidencia de la Jucopo para Rubén Moreira, del PRI, durante el primer año de la legislatura; el siguiente año le corresponderá a Jorge Romero (PAN).

Aunque hay que decirlo, inician con el pie derecho y acuerdos con todas las bancadas, así arrancaron Sergio Gutiérrez y Santiago Creel, como presidente y vicepresidente de la Cámara de Diputados, debido a que Morena desechó la idea de crear una mega bancada y aceptaron rotar la presidencia de la Jucopo.

Han cambiado los tiempos, y formas.

Realmente la LXV Legislatura federal inicia sus funciones mañana 1 de septiembre, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador presenté un informe más, oficialmente sería el tercero, pero como el mandatario ha choteado tanto el ejercicio y es tan reiterativo en lo que dice, que lo que se espera es que el miércoles sea una mañanera más, sólo que más solemne y con funcionarios como asistentes, en lugar de medios.

A su tercer Informe, López Obrador llego como un presidente “poderoso”, aunque esto no se traduzca a todas sus acciones, ni quien lo dude.

Andrés Manuel López Obrador llega a su tercer Informe con 60 puntos de aprobación -ganó con 53 por ciento en 2018-, por eso decimos que a su tercer informe de gobierno llega como un presidente, poderoso, todopoderoso.

Por irónico que parezca, donde está mejor evaluado según la medición de julio es en el combate a la corrupción y la lucha contra la pobreza.

Después de tres años, no sólo AMLO, también Morena está con poco desgaste: sólo tres puntos abajo del 37% que obtuvo como partido en la elección presidencial y con un buen puñado de gubernaturas en la bolsa, menos la de Querétaro, estado que se cocina aparte.

Especulando un poco, si nos adelantamos un año más, con esta tendencia AMLO y su partido podrían estar llegando con cerca de 21 o 22 gubernaturas (de las 32) para 2024.

Pero volviendo al 1 de septiembre; muchos dicen que lo único para lo que sirven estos informes es para hacer apuestas para adivinar cuántas veces dirá las palabras corrupción, conservadores o las frases “no somos iguales” “soy el presidente más atacado” o cuando le echa la culpa a alguien de lo que pasa en el país.

¿Qué más podrá decir este año? ¿en plena confrontación con Ricardo Anaya dirá, como lo hizo el 1 de septiembre del año pasado, que la Fiscalía General de la República actúa con absoluta autonomía y que se acabó aquello de que todo lo que ordenaba el presidente se hacía?

¿Dirá que con la pandemia el país está en el peor momento con el mejor gobierno o que se saldrá de la pandemia con un mejor sistema, de salud? ¿Mencionará el fracaso de la vacuna Patria? O, en una de ésas, anuncia que para la quinta ola ya estará lista.

En fin, el 1 de septiembre llega una nueva realidad al país, aunque no se note por el momento.

Una nueva conformación legislativa, donde ya no aparecen partidos como el PES, FXM O RSP, hay un contrapeso a la mayoría morenista y sus aliados; una nueva conformación en el mapa de los gobiernos estatales; el PAN se queda solo con dos gubernaturas, una de ellas para Mauricio Kuri en Querétaro.

Llegamos a mitad del sexenio con un presidente, él, AMLO en su persona, todopoderoso, no así en su gobierno, donde muchos funcionarios quedan a deber, y pronto veremos a muchos metidos en problemas de lo que tanto combate AMLO, en problemas de corrupción.

En conclusión, los mexicanos seremos testigos de nuevos escándalos políticos que el gobierno de Morena, la U1F y FGR, estrenarán en los próximos meses; por lo tanto, debemos considerar a los actuales gobernadores, Silvano Aureoles, de Michoacán; Francisco Domínguez, de Querétaro, y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, que también están relacionados en el caso Lozoya.

Al tiempo.

---