Bienvenidos a esta mítica y desacreditada ‘calumnia’, donde al iniciar la tercera semana de las campañas electorales, los partidos tiran de un lado a otro; los grupos políticos al interior tratan de imponer condiciones, sabedores del control en sus respectivas tribus o clanes.
Todo indica que los candidatos no sólo tienen que salir en busca del voto de los ciudadanos, sino también se ven en la necesidad de tocar las puertas y llamar al interior de sus organismos políticos a la conciliación, al reparto adelantado en promesa de puestos en la administración pública. En fin, los candidatos de las dos fuerzas políticas en el municipio van cuesta arriba y con un gran peso sobre sus espaldas; seguramente nada fácil será prever un resultado en nuestra elección a alcalde, no sólo porque el electorado ve con recelo a los candidatos de las dos fuerzas más competitivas de esta elección, ya que un gran peso recae sobre los enemigos internos en el PRI y PAN, respectivamente. Carlos Mondragón, un hombre ejemplar, de gran corazón y con un trabajo permanente en la sociedad, ha comenzado un peregrinar en colonias y comunidades. Creo firmemente que tendría un mejor panorama político si en su momento hubiera decidido buscar ser candidato ciudadano, ya que el partido por el cual se postula, Encuentro Social, está lleno de contradicciones, ya que es un partido que no está formado por políticos pero hace política; es un partido en donde no hay resentidos o militantes de otros institutos, pero lo presiden y son candidatos aquellos que militaron y ocuparon puestos de elección popular de otros partidos políticos.
Sin embargo, nada de lo anterior mancha a Carlos Mondragón. Hoy vemos que a pesar de ser un partido nuevo, Encuentro Social une su destino a Roberto Loyola y tiende una alianza con el PRI para apoyar y ordenar (dicen ellos) a sus militantes y bases partidistas a votar por él.
Contradicciones de Encuentro Social, pero a pesar de ello, la imagen de dicho partido en San Juan del Río es Carlos Mondragón, quien da la batalla caminado, dialogando como siempre con la sociedad y, sobre todo, siendo el caballero que conocemos.
David Chávez Dorantes, un hombre de una agilidad mental indiscutible, con un discurso incuestionable y con varias traiciones hechas por otros a su persona, se sumó al PT y es su candidato a la alcaldía de San Juan del Río. Para muchos ciudadanos no es sorpresa ver a David Chávez figurar en la política; es un don que el candidato del PT tiene desde hace muchos años y que ha venido perfeccionando. Si hubiera apuestas en un debate político entre candidatos a presidente municipal de San Juan del Río, sin duda el ganador sería David Chávez Dorantes. Quien también causa revuelo en la sociedad es Mónica Mendoza, que busca una diputación por el mismo PT.
Ambos tienen la ventaja de ser sumamente reconocidos por su profesión y llaman la atención; sin embargo, el PT también jugará con Roberto Loyola por la gubernatura, a pesar de que en los medios nacionales el Partido del Trabajo nos dice que no ha pactado con aquellos que han saqueado y vendido a la nación.
Y curiosamente, el PT le regala la candidatura a la alcaldía de Tequisquiapan al neopriista David Dorantes Reséndiz, quien ya fue candidato de Convergencia a la presidencia municipal y actualmente es diputado de Nueva Alianza.
Esto es la política: perversión.
Seguramente el PT tendrá representación en la próxima Legislatura y en algunos cabildos. Recordemos que David Dorantes, por estatutos, no podía ser candidato del PRI a la presidencia municipal de Tequisquiapan, así que la perversidad política obligó al PRI a invitar al PT a su coalición a la gubernatura a cambio de que el PT otorgara su registro a David Dorantes. Insisto, la perversión existe en la política.
Y sin concluir aún esta ’calumnia’, el Partido Humanista lanza a Salvador Pérez, quien fuera presidente municipal de San Juan del Río por el PAN, de donde salió supuestamente por no ser valorado adecuadamente y no sopesar su verdadero peso político. Sin embargo, se le olvida a Salvador Olvera que aquellos años no volverán y que sus aliados que lo encumbraron en la máxima de la política ya se fueron, ya lo dejaron, y que vivir del pasado son sueños, sin olvidar que después de ocupar la presidencia municipal y de su opaco paso por el Congreso federal, fue muriendo en el ánimo político de la población de San Juan.
Ya lo dijo el líder del Partido Humanista: aceptar a Salvador Olvera Pérez fue un error que ha generado rompimiento al interior del partido. (La estrella, donde se le ponga, siempre opacará a los demás).
Vale la pena resaltar la coalición PRI, PVEM, Nueva Alianza, PT y la adhesión de Encuentro Social que va contra Francisco Domínguez y el PAN; pero hay una sociedad preocupada por la violencia, inseguridad y cansada de la corrupción y de la frase de que en Querétaro NO PASA NADA. En la televisión se presentan encuestas diferentes a los medios impresos, pero la realidad es que la sociedad determinará conforme a la calificación que le otorgue al gobernante en turno y el voto de castigo se ve que será muy apabullante.
En fin, dejaremos para la otra el análisis para los candidatos de Morena y del PRD; bueno, si este último hace campaña.
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