Como cada seis años, el morbo, la incertidumbre, los adivinos, la prestidigitación, las “buenas relaciones” con los nuevos políticos, eso y más, practican aquellos que se dedican a la especulación, pretendiendo “adivinar” nombres de aquellos que serían los cercanos al gobernador en turno. Nadie estuvo cerca, todos se equivocaron.
Al final siempre es lo mismo, las sorpresas no se hacen esperar; unas buenas y otras no tanto. Lo de ayer ya es pasado. Recuerdo lo sucedido en el sexenio de José Calzada Rovirosa, nombres iban y venían antes de nombrar a su gabinete; sobre todo considerando que Calzada se relacionaba más con panistas que priistas y su reducido grupo de priistas eran unos cuantos, de ahí que la lista de nombres no era muy larga.
Y las sorpresas no se hicieron esperar, varios panistas en su gabinete y otros que se creía llegarían, nunca llegaron; otros más que nunca se pensó aterrizarían, arribaron a cargos de primer nivel. Todo un desconcierto. El priismo queretano quedó desilusionado, más cuando muchos esperaban incorporarse al trabajo de un gobierno priista al que nunca accedieron, es más, algunos incluso fueron castigados.
Las sorpresas iban en aumento cuando la mayoría de panistas que laboraban para administraciones panistas continuaron en sus cargos en el gobierno de Calzada. Luego vino la justificación cuando el mismo gobernador dijo que su gobierno era “sin colores”. Luego se sumarían al gobierno infinidad de antipriistas; pero eran amigos de los nuevos funcionarios, eso bastaba para incorporarse a la nueva administración. Los pocos priistas que traicionaron a otros tantos, pero fueron premiados se encargaron de castigar a otros.
Sorpresa tras sorpresa dio como pauta que nunca se logró un gobierno unido, al menos por una causa: pertenecer a un mismo partido. Eso no se dio y los golpes internos e ineficiencias no se hicieron esperar. Pero se prohibía la crítica, aquel que osara argumentar en contra era castigado.
Ahora en el nuevo gobierno dominguista, los nombres y caras, en su mayoría son panistas; uno que otro agazapado salió a la luz pública; hoy la característica que los identifica, el grueso militan en el PAN; los nuevos –pocos- derivan de compromisos, como suele suceder, a nadie espanta. Los nombres ustedes los conocen.
La amalgama del grueso de los 31 nombrados dentro del gabinete legal y ampliado suma a neos, duros, compromisos e invitados. No todos con la experiencia que el cargo necesita; hay experimentos y lo deseable que el experimento de resultado. Francisco Domínguez, en alguien tuvo que confiar y fue precisamente en los designados. Uno que otro nombramiento de sorpresa, no puede negarse. Lo deseable que den resultado a los queretanos en cada una de las carteras que ocupan. Muchos buenos panistas se quedaron en el camino, como sucediera con Calzada, no fueron invitados. Ocuparán otros cargos.
Algunos tienen duros retos que vencer; otros se irán con la suave corriente de la responsabilidad que les tocó. Recuerdo haberle comentado al exgobernador Calzada, que varios de sus funcionarios se habían dedicado al confort de sus oficinas y no atendían los problemas; me mandó con el entonces encumbrado Secretario de Gobierno, quien para colmo se molestó porque hablé con el gobernador. Y por supuesto nada sucedió.
Hace años, siendo Secretario de Gobierno Alfredo Botello, lo visité a su oficina para comentar algunos problemas que aquejaban a los queretanos y proponer algunas soluciones. Un diputado federal que en ese momento lo acompañaba adelantó y dijo: seguro viene a pedir dinero. Nada de eso, le dije, vengo a tratar asuntos de gobierno sin costo alguno. Ahora se hace cargo de la cartera de educación en el estado.
Francisco Domínguez, dijo que no perdonará el pasado. Veremos si cae una que otra cabeza. Se comprometió a trabajar para los queretanos y que estos vigilen a los servidores públicos para avisarle si alguno no funciona, dijo que le “chiflen” para avisarle. También afirmó que habrá libertad de expresión en su gobierno; lo que algunos confundieron en el pasado gobierno con el libertinaje y ahora dicen que son “boicoteados”.
Por supuesto que no podemos ni debemos olvidar lo dicho por el entonces Secretario de Gobierno quien, por cierto se quedó con el mote del “putarraco”, cuando ordenó “partirle la madre” a un periodista que osó hablar de la inseguridad que viven los queretanos. Libertinaje y represión, mala medicina para un responsable ejercicio de la libertad de expresión. Es una correa de ida y vuelta.
Y así iniciamos un nuevo gobierno, con la esperanza de que algunas cosas –no todo está mal- cambien para bien, que mejoren; los queretanos que tenemos más de medio siglo viviendo en Querétaro, añoramos muchas cosas que ya no volverán. Pero otras deben conservarse y más deberán mejorar. La convivencia es de todos y ello nos lleva a que todos tenemos una parte que cumplir para que Querétaro continúe siendo uno de los mejores destinos para vivir no solo en México, sino en el mundo.
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