De 24 aspirantes a candidatos independientes, solo 5 lograron cumplir el gravoso requisito de conseguir el 2.5% de firmas de electores inscritos en el Padrón Electoral, en el espacio electoral que buscaban competir y avalaran cada candidatura. El reto no lo cumplieron 19 aspirantes.
A pesar, incluso, de la relativa facilidad que lograron por medio del Tribunal Electoral, para que no acudieran los firmantes hasta la autoridad electoral -en persona- para suscribir el apoyo al ciudadano independiente que buscaba la candidatura; la dura ley obliga a quienes apoyan al independiente a trasladarse personalmente a las oficinas del IEEQ y el TEEQ ablandó el sinuoso y escabroso camino.
Este resultado es la muestra clara de la falta de voluntad política de todos los legisladores para no flexibilizar los requisitos para acceder a las candidaturas independientes como un mecanismo novedoso de participación ciudadana directa sin necesidad de estar atados a la voluntad de los líderes de los partidos políticos que cooptan las candidaturas para sus allegados.
Otros más que pretendían participar por la vía independiente, al conocer los exagerados requisitos se desanimaron y decidieron no participar, al considerar que no les alcanzaría el tiempo para conseguir las miles de firmas en todo el territorio del estatal, para ir en busca de la candidatura al gobierno del Estado. Además les prohíben hacer convocatorias para que los apoyos acudan a un lugar determinado y recaben firmas en grupo; no pueden hacerlo, tienen que tocar puerta por puerta sin hacer campaña alguna y pedir firmas de apoyo con los formatos que les expide la misma autoridad electoral.
Falló el “experimento democrático”, debido a la exageración de requisitos que deben llenar los aspirantes ciudadanos. Cierto que tampoco pueden abrir las puertas a tal grado que sean cientos o miles los pretendientes y ello impidiera la realización de las contiendas electorales. Los extremos siempre son malos. 57 independientes en la competencia federal que sí lograron cumplir el requisito; 9 renunciaron en el camino y 3 de ellos fueron registrados por orden judicial; al final solo 45 aspirantes. Otra muestra de las peripecias para lograr el registro.
Y es que la dificultad para que la ciudadanía sin partido pueda participar en las contiendas electorales constitucionales, inicia desde la misma Constitución que privilegia a los partidos políticos como la vía idónea para acceder al poder, brindarles financiamiento público, así como espacios en los medios de comunicación electrónica, etcétera.
Ahora esperemos el resultado que emita la misma ciudadanía, por medio del voto ¿Cuál será el respaldo que brinde a los candidatos independientes? El resultado podrá ser el termómetro para medir si se dan mayores facilidades de participación o en definitiva el experimento queda en eso: un simple experimento de participación ciudadana.
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