Paul Jason Teale, más conocido como Paul Bernardo, y su mujer, Karla Homolka, eran el estereotipo de una pareja perfecta: jóvenes y guapos, por su pelo rubio y buena presencia eran llamados Barbie y Ken. La gran diferencia con estos muñecos perfectos fue la condena por cometer 12 asesinatos y 43 terribles asaltos sexuales.
Paul Bernardo nació en Ontario, Canadá, el 27 de agosto de 1964; a los 16 años descubrió que su padre era realmente su padrastro, lo que sembró en él la semilla del odio hacia ambos. En 1987 conoció a una canadiense checoslovaca llamada Karla Homolka, de 17 años, una elegante joven con excelentes calificaciones y modales.
Karla era la mayor de tres hermanas, Lori nacida en 1971 y Tammy nacida en 1975.
Se casaron en 1991 en una boda como la de los cuentos de hadas, con carruajes halados por caballos, y de luna de miel viajaron a Hawái. Sin embargo, la hermosa pareja no era todo lo que aparentaba ser. El 27 de diciembre de 1992, Paul agredió a Karla de manera física, por lo que al llegar a su trabajo sus compañeros avisaron a sus padres, que la llevaron al Hospital General de St. Catharines.
En febrero de 1993 fue dada de alta, recibió la visita de la policía y se derrumbó confesando que su marido era el buscado violador de Scarborough, y que junto a él, tenían una terrible trayectoria de violaciones y asesinatos, muchos de ellos grabados en video.
Una de las cintas, para poner en perspectiva la locura de estos monstruos, era de la hermana de Karla, Tammy, con la que Paul estaba obsesionado por ser virgen. Karla, como una esposa complaciente, le quería obsequiar la tan anhelada virginidad de su hermana a su marido, tanto así que al planear su boda, ya estaban planificando también la violación de Tammy.
En la Navidad de 1990, Karla drogó a su hermana con un somnífero que robó del centro veterinario donde trabajaba. Mientras los padres de ella dormían en el piso de arriba, Paul y Karla grabaron la salvaje violación de Tammy, quien murió ahogada por la mezcla de drogas que le fue suministrada.
El 15 de junio de 1991, Paul, con la excusa de darle un cigarro, logró la atención de una joven de 14 años, Leslie Mahaffi; la metió en su carro y, durante 24 horas, la niña fue violada y finalmente asesinada frente a la cámara. Su cuerpo fue descuartizado y lanzado al lago Gibson.
Estas son solo algunas de las víctimas por las que la pareja fue procesada, aunque se sospecha que el número se elevaba a más de 12 asesinatos. Pero el historial en solitario de Paul era mucho más extenso, siendo sospechoso de un total de 43 agresiones sexuales más.
El perfil de los dos asesinos aumentó la repulsión de la sociedad canadiense por sus crímenes una vez que se conocieron los detalles de las muertes de las dos jóvenes.
Paul era un joven atractivo y popular que nunca había tenido problemas para mantener relaciones con mujeres y que trabajaba desde 1990 para una empresa de Toronto especializada en prendas de vestir, mientras que Karla, de 23 años, era una ayudante veterinaria, rubia y simpática.
Paul Bernardo fue condenado a cadena perpetua y Karla Homolka, en un extraño giro, a tan solo 12 años de prisión debido a la ayuda que prestó en el caso de su marido y a que supuestamente todo lo hizo bajo amenaza.
Karla se encuentra libre desde el 2005 viviendo con su nuevo esposo y sus hijos, en Quebec, bajo un alias.
Paul Bernardo sigue tras las rejas y es probable que sea así hasta que termine su vida.
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