Es la duda legítima y razonable que surge luego de confirmar con diversas fuentes el apoyo que recibe Santiago Nieto Castillo de parte de los hermanos José Eduardo y Gustavo Calzada Rovirosa, así como del notario de moda, Iván Lomelí Avendaño, en su presunto —suscribo categóricamente, presunto— camino al Palacio de la Corregidora (porque recuerde que siempre se raja y luego se inventa historias épicas de que se baja para dejar ganar a los “amigos”).
Pero el apoyo, aunque no es nada despreciable —más si se trata de billete—, es lo de menos, pues lo realmente importante son los compromisos que al calor… de la conversación se echó a cuestas el incauto burócrata guardián de la propiedad intelectual el pasado jueves en el privado del conocido asadero propiedad del fedatario público.
Desde siempre, en el llamado “círculo rojo” se ha sabido de la supeditación, incluso económica, de la familia Nieto Castillo a diversos personajes relacionados al más rancio priismo queretano como Mariano Palacios Alcocer, y la afinidad que guarda con otros de “poca monta” a quienes debe sus extravagantes derrotas y más de un adversario producto de su hocico.
Pero convertirse en el proyecto personal de los hermanos Calzada rebasa por mucho a lo anterior y debe ser una señal de alerta entre los morenos de la entidad, pues ante las marcadas carencias de oficio político del académico oficinista (a quien, por cierto, le deberían de regalar un trajecito nuevo, ya que no sale del “gris de mascotita”) se abre la oportunidad para que los priistas vayan al abordaje de la franquicia.
Pareciera que Santiago una vez más traicionará y lastimará la confianza de la figura presidencial. Ya lo hizo con su opulenta boda en Guatemala, a la que invitó a enemigos cantados del presidente Andrés Manuel. Hoy se sienta y departe con integrantes de uno de los partidos y grupo que más ha lastimado a la presidenta. No entiende que tanto va el cántaro al agua que acaba por romperse, y que Marcelo Ebrard no va a arriesgar su proyecto personal por uno sin pies ni cabeza que apesta a “Atracomulco”, como el de Santiago Espinoza (no, perdón, Nieto Larracoechea; no, perdóneme, Nieto Calzada; no, no, ¡condenada memoria!, hablamos de Palacios Calzada).
“En tiempos de remolino , hasta la basura sube”.
Y por si fuera poco
Otro que está en la recolección de priistas es el hermano separado al nacer de la doctora Claudia Sheinbaum, Luis Humberto Fernández. Solo que este, a diferencia de “Santi el Sucio”, nomás tendrá que servir a un amo y técnicamente en lo local “juega suelto”. Fernández, al sumar a Francisco Pérez Rojas, está poniendo muy en riesgo los “acuerdos” que trae con cierto “sector” azul, al que le debe algo más que po$icionamiento.
En su descargo, alegaré que el entrecano tribuno solo está pagando su exigua “queretaneidad” y poca voluntad de “queretanizarse”; por ello, no tiene menor idea sobre el cómo se compone el engrudo que amalgama la política en el estado, y lamentablemente, su grupo de origen tampoco, pues son políticos producto de la generación espontánea y la educación en secundarias de número.
“El que compra changos, con sus pulgas carga”.
Consecuencias
Lo único medianamente trascendente que dejó la elección judicial en el estado fue el incordio entre los simpatizantes y militantes de Acción Nacional, ante la terrorífica farsa que representó ver a sus liderazgos locales sufragar y convalidar formalmente bajo el subterfugio de la “obligación cívica” lo que durante meses les vendieron como una impertinencia democrática, además de que en algunos casos fueron obligados a facilitar el acceso a otros ciudadanos y votar a contra conciencia.
Ya les hicieron la chingadera de aliarse con el enemigo histórico y el postmoderno, haciendo de lado el discurso de los 70 años y el de los transpersonalismos zurdos; ahora pretenden que olviden en 24 horas casi dos décadas de relato anti “dictadura comunista y progresismo corruptor”.
Perdone mi franqueza, pero hechos como los del domingo únicamente abonan en el campo fértil de la mitología política y desalientan al voto duro, ese que desde la humildad representada en su momento por Bonifacio Ramírez, se asume más panista que Gómez Morín y es más aguerrido que el Maquío. Así que abusados, porque “aunque no lo parece”, también son humanos y tienen sentimientos.
“El agua mansa esconde la peor corriente”.
#EsAgustín
Algo que no entendí en el “informe” del senador Agustín Dorantes fue la presencia de los dos últimos candidatos presidenciales, pues aunque la idea haya sido mostrar unidad y fortaleza, poco pueden abonarle dos personajes que levantaron sendas derrotas en el estado, a pesar de ser bastión azul, y de que uno es oriundo de la entidad, pues a menos de que buscara dar madruguete de forma rumbo a la candidatura al gobierno del estado, derivado del consabido control del CEN que ejerce Ricardo Anaya, no hay suma que valga; y en el caso de Xóchitl, ¡menos!
“No por mucho madrugar amanece más temprano”.
Se empachó de garnachas
La ausencia de Luis Nava en el informe del senador Agustín Dorantes no pasó inadvertida entre la clase política queretana. Algunos ya comenzaban a especular, pero la realidad fue mucho más simple: una fuerte infección intestinal, producto de unas “garnachas” que le cayeron mal, por lo que el médico lo obligó a guardar reposo.
Sin embargo, el actual secretario de Desarrollo Social dejó en claro en sus redes sociales que su amistad con Agustín sigue firme, mediante un mensaje de reconocimiento a su labor. En política hasta la enfermedad se avisa, porque si no, se hace chisme.
“El león cree que todos son de su condición”.
Lenguas viperinas
Cuentan que, como lo adelantamos en columnas anteriores, ya no hay agravio entre Ricardo Anaya y Pancho Domínguez. El arreglo fue sencillo: una candidatura federal para el hijo del exgobernador.
“Damos fe”.
Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.
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