#FakeNews

El término fake news es un modismo para una costumbre añeja, los panfletos del pasado se replican en la red y en Facebook con las mismas malas intenciones, confundir, dañar, difundir información intencionalmente falsa y tendenciosa en beneficio de ganar seguidores, de obtener tráfico que se pueda monetizar a través de la venta de anuncios publicitarios.

Los libelos de la actualidad pueden resultar un negocio maravillosamente rentable, principalmente por lo proclive de la audiencia a no leer, a quedarse con las imágenes y los encabezados. La primera opción del cerebro humano no es analizar los datos sino acompañar la inercia social para no parecer ajeno. Este martes 5 de diciembre por la noche comenzó a circular una de estas notas falsas sobre la aparición de cincuenta cuerpos en las playas de Cancún. Todo se originó desde una página creada para estafar anunciantes llevando tráfico al dominio alzandolavoz.net

No obstante, la composición de las fotografías es un burdo montaje de una protesta en España y de lamentables escenas en el Medio Oriente sobre migrantes ahogados, una página de Facebook se encargó de replicarla, logrando ser compartida más de 80 mil veces.

El 95% de los comentarios advertía de la falsedad de las fotografías, mencionando inclusive que el color del mar y de la arena, tan característicos del Caribe mexicano, no correspondían con las imágenes mostradas.

Los medios locales rápidamente dieron cuenta del engaño y la respuesta del gobierno de Quintana Roo y de la Secretaría de Turismo fue contundente, una denuncia en la PGR y en la policía cibernética, quejas en las plataformas Facebook y Google, lo que permitió que los resultados no se siguieran desplegando y se retiraran de las búsquedas principales.

Una pequeña investigación permite darse cuenta de que se trata de una acción concertada y medianamente bien ejecutada. En varias de las publicaciones compartidas se encontraron códigos usados tanto para evitar ser catalogadas como spam cuanto para poder hacer un seguimiento sobre qué cuentas comparten y retribuirles económicamente la acción.

En el código de la página web se encontró anotado, es decir, probablemente por un error del programador no eliminaron el rastro, un código que dirige el tráfico a una página de comunidad del grupo “Vuelo Ocial” @somosvuelo facebook.com/somosvuelo.

Tristemente, algunas de las publicaciones fueron compartidas en páginas de El Salvador y República Dominicana, e inclusive el sitio de verificación de noticias falsas SNOPES.com en Estados Unidos alertó sobre lo ocurrido.

En resumen, lo sucedido a Cancún no es producto de una equivocación, es un ataque alevoso, artero y malintencionado contra una de las marcas más valiosas de la industria turística mexicana y de la cual dependen miles de familias. Si el móvil es político, económico o una combinación de ambos, será la autoridad responsable quien lo determine.

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